Una ardilla le preguntó al Búho rojo y negro, Tú, qué piensas de los hombres, Pues mira, le contestó el Búho moviendo sus plumas de la cabeza a modo de orejas, los he observado mucho y he llegado a pocas conclusiones, Pocas, dijo extrañada la ardilla, Sí, es que si te fijas bien como yo me fijo, son todos iguales, Iguales, preguntó la ardilla.
El Búho abrió un poco más sus ojos y dijo, Bueno, puede ser que los científicos comprendan más de lo que pueden intuir, y los artistas intuyan más de lo que pueden comprender.
La ardilla, que en ese momento dudaba si comprendía o intuía, le hizo al Búho la siguiente pregunta, Y los que no son artistas ni científicos.
Los que no son científicos ni artistas, contestó el Búho, se dedican mayormente a la política, pero no me hagas mucho caso pues no los observo demasiado, me cansan.
El Búho entornó un poco los ojos, muy poco, y se hizo el dormido. La ardilla regresó al árbol desde donde dirigía una rama de su sindicato.