Tardé tanto en encontrarte,
porque un pedazo de mi no necesitaba,
porque un pedazo de cielo aun no lloraba,
porque me quedaba un pedazo para refugiarme.
Tardé tanto en decirte la verdad,
porque un pedazo de miedo me guindaba del alma,
porque un pedazo de bipolaridad de mis ganas se apoderaba,
porque me quedaba un pedazo de esperanza en la soledad.
Tardé tanto en besarte,
porque un pedazo de Dios me gritaba que era incorrecto,
porque un pedazo de inocencia siempre jugaba con tu reflejo,
porque me quedaba un pedazo del hombre que era antes.
Tardé tanto en llorar,
porque un pedazo de risa se escondia en mi mirada,
porque un pedazo de pared me tomaba y me estrellaba,
porque me quedaba un pedazo de lo que queria lograr.
Tardé tanto en amarte,
porque un pedazo de mi se fue con otra persona,
porque un pedazo de distancia nos cubria de sombra,
porque me quedaba un pedazo de lo ignorante.
Tu tomastes todos los pedazos de mi,
y los metistes en un SACo de trastes,
lo revolvistes y al suelo los tirastes,
y aunque no lo creas me recontruistes,
solo me queda ponerlos de uno en uno,
de hoy en adelante. |