La casa de la esquina 18
En la misma esquina 18 hay una casa completamente distinta de las demás. Aunque no es muy grande ni moderna, para mí, es la más encantadora de todas. Es realmente especial. Yo no tengo amigos, pues piensan que soy rara, ya que uno de mis pasatiempos favoritos es pasar horas y horas observando la casa, tanto por fuera como por dentro. Mis padres piensan que soy irresponsable y despreocupada pero no pueden ver los verdaderos sueños en mi interior, ni ellos ni nadie, y yo me pregunto ¿por qué razón? Si yo soy una persona igual a las demás solo que tiene sueños y fantasías. La casa no es muy alta, debe ser de finales del siglo XIX, pienso yo, con unas grandes ventanas - ya rotas - por las que puedo pasar adentro. Tiene solo cuatro cuartos, todos diferentes y cada uno con su respectivo baño. Cundo entras lo primero que se ve es un pequeño recibidor, que da paso a la grandiosa sala. A la izquierda de esta se encuentra la cocina, y a la derecha, después de un pasillo con una escalera, está el fenomenal comedor. Por fuera la casa es beige, con el techo rojo. Por dentro es como si se volviera atrás en el tiempo, y todos los muebles viejos, desgastados y rotos, que quedan aún, se arreglaran y brillaran como antes. A pesar de toda esta belleza, lo que más me gusta son las inmensas lámparas que cuelgan del techo. Son preciosas. Los únicos habitantes de la casa son unos gatos que parecen ser cuidados de toda una vida, de los cuales yo me he hecho amiga, por lo que les he puesto nombre y les llevo alimento todos los días. Tom es fabuloso, es gris brillante con hermosas betas negras. Harry, es rubio dorado, con ojos verdes. Peter es blanco con mucho pelo y una cola enorme. Loise es de color pardo con ojos negros. El más joven, James, es negro majestuoso, con las patas y hocico blancos. Además de estos cinco caballeros, hay dos preciosas damas, Princesa que es blanca y que parió tres lindos gatitos recientemente, y Annie, que es amarilla con betas doradas. Yo siento que este es mi verdadero hogar, pues aquí puedo soñar con tranquilidad sin que nadie en el exterior me moleste. He decidido definitivamente ser arquitecta, para fabricar más casas parecidas a esta, y remodelarla para convertirla en mi hogar; pero por ahora solo me queda ilusionar y esperar.
Una mañana normal que iba yo para la escuela, pasaba como siempre por la casa de la esquina 18, cuando descubrí a lo lejos que un camión de animales estaba parado frente a la casa, y unas personas trasladaban a los gatos hacia el camión. ¿Qué pasa?, ¿Por qué razón?, que han hecho esos pobres gatos indefensos; pero esto no se va a quedar así, necesito una explicación, pensé por lo que me acerqué, y para mi desgracia, vi, en la misma esquina 18, un cartel que decía: “DEMOLICIÓN”. OH no, no puede ser, pero ahora ya estoy tarde para la escuela así que debo apresurarme, pero no te preocupes, volveré, y trataré de impedir que te destruyan. Son exactamente las 4:30, acaban de dar salida y allá estoy yo corriendo a toda velocidad; y en cuanto doblo la esquina 18, le dan el primer golpe a mi hogar, el cual derrumba todo el recibidor y la sala; y tras este golpe, le sigue otro, y otro, y otro más hasta que solo queda polvo de la que una vez fue la casa de la esquina 18. Han derribado mi hogar y con él mis sueños y fantasías, y yo hundida en lágrimas he presenciado todo el desastre sin poder hacer nada. Todas las bellezas, las riquezas, las antigüedades eran solo recuerdos en mi mente.
Después de eso me deprimí mucho y mi carácter empeoró. No tenía amigos ni sueños. Pero para darle a esta historia un final feliz, en la misma esquina 18 hicieron un refugio para animales perdidos y abandonados, donde pusieron a Tom, Harry, Peter, Loise, James, Annie y a Princesa con sus gatitos. Más tarde adopté a James y volví a tener alegría en mi vida, por lo que hice muchos amigos. Los recuerdos que me quedaban de la casa los grabé en un papel, o sea, diseñé mi propio hogar. Terminé la secundaria y comencé una escuela de actuación. Me hice actriz de televisión, y en mis ratos libre diseño casas. Mi primer dibujo lo publiqué y luego lo construyeron, en donde vivo recientemente. Tengo sueños, fantasías, cariño y sobre todo tengo mi “Casa de la esquina 18”…
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