Parte 7
.-Quien eres?, preguntó tímidamente
.- Haz repetido lo mismo durante años y no sabes aún la respuesta? Soy un mensajero.
.- Que quieres de mi?
.- Solo transmitirte el mensaje. Cuando hayas conocido tu papel y realizado el encargo, el tiempo se habrá cumplido y él emergerá del abismo y todos lo conocerán y empezará la nueva era!
Camilo podía ahora ver la figura completa de quien le hablaba desde un rincón de la estancia, tenía la vestimenta de fraile, igual que aquel que había conocido en su niñez, pero no podía ver su cara, aunque escuchaba su voz sorda y pausada.
.-Como eres?
.- Depende de quien me mira. Tu me ves como un fraile, pues así soy...Escucha bien pues no voy a repetirlo, al momento que traspasaste el umbral, tu tiempo empezó a correr y por lo tanto recibirás el mensaje, pero antes debo cerciorarme de que entiendas cual es tu misión. Se te revelarán señales y tendrás que descifrarlas pronto para descubrir el verdadero número del Príncipe Perseguido, pues estas desaparecerán al final del tercer día y si lo logras serás digno de ser su pregonero y entonces dispondrás de cuarenta y dos meses para actuar y preparar el encuentro.
Camilo continuaba paralizado, su pecho parecía que fuera a reventar. Las sienes le dolían y sus venas palpitaban al unísono con los latidos de su corazón, sentía la boca reseca y tenia los ojos desorbitados intentando penetrar con su mirada en la oscuridad; quien le hablaba dio un paso y Camilo intentó retroceder pero no pudo.
Ahora podía ver la figura completa, el traje de fraile le cubría totalmente y aunque el rostro no se distinguía podía ver dos pupilas amarillas fosforescentes que lo miraban fijamente. Camilo sintió un estremecimiento cuando desde la oscuridad le tomó el brazo derecho y lo atrajo hacia el. No podía resistirse, dio dos pasos hacia quien lo guiaba y mientras le escuchaba hablar, pudo ver en ese momento todo a su alrededor aunque seguían sumidos en la oscuridad.