12 de agosto de 2005
estimado diario, al fin te encuentro, esa vil enfermera, cruel, te desprendio de mi, sin darse cuenta de tu, oh diario, eres como un segundo corazon para mi, como una bateria de emergencia que se enciende cuando aquellos, crueles y maliciosos enfermeros contaminan mi sangre, mis neuronas, puras como la nieve que cae en aquellas noches de invierno, en donde la gente se mete adentro de su casa y no la pisa, asi eran, hasta que ese narcotico, oh dios! un narcotico, narcotico, es un narco con tico, el mono de la tele cuando era pequeño!!! oh tico, has sido raptado por un narco!! el narco de la adultez, que trafica ilusiones infantiles y pequeños monitos titi que salian en tv aquellos dias a las 5 de la tarde, mientras me tomaba una leche con galletitas en la casa de la abuela, que tiempos aquellos, ahora debo rescatar a tico, adios estimado lector, mañana contare las peripecias de mi vida rescatando a tico. |