No vuelvas a mirarme así. No vuelvas a mirarme fijo a los ojos y llamarme de esa forma. No vuelvas a intentar leerme la mente y jugar a percibir lo que estoy sintiendo. No vuelvas a abrazarme así de fuerte. No vuelvas a acercarte a mi cuello. No vuelvas a hacerme ilusionar, aunque dure una milésima de segundo, con que todo se puede y lo nuestro aún existe.
Es simple, no vuelvas.
Texto agregado el 13-08-2005, y leído por 127
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