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La poesía.
La huella de tus veinte palabras.
El latido que cargamos al dorso de nuestros sueños.
El conteo invisible de un reloj inverso.
El destino de una brisa de sal,
Tu paso, tu pie:
Una línea de luz
El rojo de tus labios:
El abismo de tu sonrisa.
El blanco de tu mirada:
La paz.
La prosa
La brisa esparce un perfume a puerto y sal mediterránea en esta mañana valenciana, donde Ángela ha detenido el reloj para que siempre sea verano, para que siempre sea 12 de agosto, para que todos los días sea su cumpleaños en este homenaje.
Llegué a ella siguiendo la huella invisible del destino, y caí de pie en el abismo de sus versos. Descubrí la luz de mundos mágicos que han promovido nuevos horizontes para mi mirada.
Más de una vez me llevó en ellos, de la sonrisa a una lágrima de sabor inverso: la dulce emoción de la belleza; del blanco de la paz, al rojo vivo de un cuerpo moreno. Una revelación en cada latido.
Encontrar a Ángela fue cruzar una línea, fue equilibrar el frente con el dorso, es aflojar el paso para transitar este sueño...
La reflexión
No hay ejercicio de veinte palabras obligadas* que pueda hacer justicia al aprecio que te tengo. Mis propias palabras se declaran incapaces de traducirlo. De todas formas aquí dejo este tan humilde como merecido reconocimiento.
Mucho se habla de las amistades virtuales y su validez contrapuesta a la realidad de un encuentro, pero hay un conocimiento intuitivo que sabe que la distancia es solo un accidente que la letra ha sabido resolver.
Quienes han tenido la fortuna de ver tu realidad cara a cara saben que no miento: Ángela, tu nombre sí te hace justicia.
Con mucho mucho cariño.
Montevideo 12 de agosto de 2005, 8.05 am
Gustavo Malomo.
*abismo, blanco, brisa, destino, dorso, huella, inverso, invisible, latido, linea, luz, mirada, paso, paz, pie, reloj, rojo, sal, sonrisa, sueño
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