Cambié lo sé, lo sabemos cambiamos.
¿Tan fácil fue soltarme de tus manos?

Tan simple el olvidar nuestros engaños,
como suponer que nunca pudo funcionar,
¿A quien reclamaremos con los años?

¿Cómo borrar de nuestra mente los enfados?
Las calles, los niños y la gente que nunca nos miraron?
Faltó tomarte de la mano o la cintura,
para no perderte entre los daños provocados.

Dueles, aún me dueles demasiado,
lastimas al cerrar los ojos,
vacias las manos.

Cambié y cambiamos,
pero nunca te solte,
siempre te cuidé
y entre mis manos,
un mundo te fabriqué.

Nota: No intento recriminar con todo esto,
es sólo que es triste el pensar,
que ahora seamos dos extraños.