Inicio / Cuenteros Locales / reni2 / La navidad de Zé
Zé Pequeño. Era un hombrecillo curtido atrapado en el cuerpo de un menino de rua. El miedo. Tan sólo lo conocía en las pesadillas de sus sueños. Otra noche más mojando la cama. Confuso y enrabiado zarandeó las imágenes recién despertadas. Como primera cayó la noche en un claro de bosque. Costó la segunda diluida en la tercera: un rebaño de renos... ¿Atiborrándose de setas? Tenía frío y Papa Noel le ofreció su abrigo. Vestidos de navidad observaron la comilona expectantes. Un callejón... Un callejón de las favelas inmiscuyó sus narices en el sueño. Sombras. Un disparo. Papa Noel corrió despavorido y Zé Pequeño jugó a imitar la torpe carrera. De regreso, cayó divertido en el claro junto a aquel tripón exhausto, entre revolcones, rebrincos y ahíto. ¡Las setas! ¡Las setas! La euforia de Papa Noel siguió a los barritos enloquecidos de sus renos. Allá donde hubo micción, lamió troncos, matas y barro. Desde el trance invitó a Zé Pequeño a su festín de orina. Éste insultó asqueado la oferta. Maldito loco, pensó, si quería colocarse él mismo le podía haber facilitado unos gramos de coca. Los tomó, junto a media pastilla, apareciendo un trineo sobrecargado de regalos de la nada. Los pocos renos capaces de equilibrarse, de la nada también fueron atados. Y volaron... Tan altos como descontrolados. Zé Pequeño despertó en barrena... "Entiendo porque jamás recibí un regalo". |
Texto agregado el 12-08-2005, y leído por 115
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Lectores Opinan |
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12-08-2005 |
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Es raro, me gusta, aunque por momentos creo que se embrolla un poco. Por cierto, a mí también me gustó Ciudad de Dios. Un saludo. LeoMendoza |
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