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Camilo no contestó, solo percibió la sensación de vacío que sentía en su estómago y sin saber por qué simplemente dio otro paso. Fue en ese momento cuando de nuevo escuchó la voz que dijo:
.-Es más fuerte la curiosidad humana, que el temor a lo desconocido!
Esa tarde Camilo estaba decidido a ver a su amigo. El valor que le faltó durante muchos años para traspasar el umbral, parecía que había llegado en ese momento. Dio un paso más y su cuerpo quedó dentro del recinto en tinieblas, por lo cual puso instintivamente sus brazos adelante, intentando palpar la oscuridad.
.- Sigue, entra y toca la oscuridad, acostúmbrate a las sombras.
.- Por qué estás siempre en la oscuridad? Preguntó.
La puerta empezó a cerrarse lentamente y Camilo pensó en alcanzar la salida, pero no pudo moverse de donde estaba y solo escuchó,
.- Si alguno oye mi voz y cruza la puerta me conocerá!
Camilo giró en forma lenta hacia el lugar de donde provenía la voz que continuó hablando
.- No tienes nada que temer, simplemente acostúmbrate pues muy pronto harás parte del reino de la oscuridad.
Camilo estaba petrificado y ni siquiera podía mover sus labios para hablar.
.- Respondo esa pregunta que a veces te haces a ti mismo,..... es cierto, nunca me has visto!.
Después de unos instantes de nuevo escuchó la voz que afirmó
.- Sigues lleno de temor, déjame preguntarte donde quedó ese ánimo que demostraste hace un momento al entrar aquí...? Donde quedó tu insistencia de todos estos años de aproximación? Entras a mi refugio y ahora quieres irte de prisa sin conocerme?
El temor de Camilo era notorio, sus manos temblorosas continuaban en actitud defensiva colocadas delante de su cuerpo, estaba sudando en forma copiosa , le parecía que su cuerpo se elevaba del suelo y solo podía percibir a su alrededor la oscuridad. Un momento después sus ojos empezaron a acostumbrarse y pudo distinguir una figura amorfa desde el lugar donde salía la voz.