Se inició una disputa en la sala de estar.
Adolf, el hijo mayor de la familia se había afeitado el bigote, y Hanna, la hija menor, le había puesto en duda su virilidad. Y entre quejidos, soplidos y algunos gritos Adolf tropezó con la mesita del diván y aterrizó sobre la Señorita Mullhummer, fiel sirvienta de la família durante años.
Nadie dijo nada.
Esquare Andogino era un joven de 16 años bastante aplicado, aunque su inteligencia no le sirvió de mucho cuando adquirió el feo habito de fumar tabaco. Meses después, tras las advertencias de gran parte de sus amigos, Esquare Andogino comenzó con el consumo esporádico de Hachís, y semanas después ya era todo un erudito en la práctica.
Su vida dio algunos giros bastante bruscos y la gente parecía comprender sus continuos ataques de pánico, sobre todo cuando entraba en la carnicería de su vieja madre, pero Esquare sintió la necesidad de ahuyentarse del mundo en el que se arrastraba cada día.
Por lo que dejó las drogas.
Muchos hombres admiraban la poderosa personalidad del Señor Astazur, algunos de ellos admitieron incluso sentirse seriamente atraidos por él. Un día, en una conferencia personada por todos los miembros del club del té, cuyo presidente honorífico no podía ser otro que el señor Lawndale, algunos de los asistentes se mostraron agresivos y desorientados a consecuencia probablemente de la tragica ausencia del señor Astazur, quien había sido poseido con anterioridad por el carismático lider de la unión lectiva, el señor LawnDale.
El final de esta historia no es de vuestra incumbencia
replicó airoso.
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