Alto, moreno, delgado… con esos enormes ojos color miel… debo reconocer que no soy de las que se dejan guiar por las apariencias, además, él no encaja para nada en ese estúpido “prototipo de hombre” que puedo llegar a imaginar como perfecto en mi mente.
Con él no sentí lo que usualmente llego a sentir cuando alguien me agrada… no sentí esos nervios que me invaden, esa sensación de embriaguez en mi cabeza… esa alteración que cambia el sonido de mi voz, que sofoca, suave, dulce, la boca del estómago…. Y esas risas nerviosas que llegan a crispar hasta mi propio ánimo… No, no fueron esas las sensaciones que tuve, sin embargo… me sentí tan cómoda con él desde el primer momento!!! ¿Cómo lo hizo? Simplemente llegó, me habló y me hizo sonreir…
A primera vista pensé: ¡que tipo tan aburrido…se vé tan… pero tannn serio! ¡¡Que horror!! Seguramente, si tuviéramos una plática… dormiríamos ambos al instante… porque yo también soy tannnn aburrida…. ¡Que patético sería!... y bien…¡que equivocada estaba!....
Mi corazón latía acelerado… y no precisamente por él jajaja… sino porque ya tenía varias vueltas corriendo por el jardín, en esas fachas horribles, despeinada, con una trenza mal hecha (consecuencia de nunca jamás en la vida haber aprendido a peinarme), tenis, pants y listo… recuerdo que me preguntó, intrigado… como es que hacía para calcular el tiempo que corría.. y yo, simplemente dije: cuento las vueltas… (interiormente, pensé… solo que hoy, gracias a tí he perdido la cuenta) y así, transcurrió el tiempo, él, con una plática tan entretenida que hasta me hizo olvidar el dolor corporal que tenía a cuestas… a tal grado .. que creo que corrí de más… hasta que por fin… no pude más… me detuve en seco, murmurando: “¡que aguante tienes! Yo… no doy más” suspiré largamente, y solo atiné a despedirme, seca, fría, seria… como es mi costumbre: “mucho gusto, me voy”… él, con una mueca de intriga en el rostro, dijo algo así como: “cuídate, gusto en conocerte”.. y así, me alejé de él…. Con una extraña sonrisa en mis labios… hasta que su voz me hizo girar nuevamente hacia él.. “¡Delia!"
Oye, me preguntaba si…. "¿Tienes correo? ¿teléfono? Tal vez pueda hablarte algun día de estos"... y yo, ahora sí, un tanto nerviosa: “claro, pero….¿Piensas aprendértelo?" (pregunté al notar que ambos caminábamos en la misma dirección pero sin una intención definida..) “No, claro que no… lo pondré en mi cel” ah ok, sonreí… Recuerdo que tardó siglos en anotarlo, pero eso no me importó.. hasta lo disfruté,… que rara comodidad siento a su lado… es como si lo conociera de siglos y ambos fuéramos momias jajaja….
Bien… recuerdo que me besó la mejilla y sentí su barba, corta, descuidada, un roce que nunca borraré de mi mente.. su piel es… tan diferente… y me dió la mano… ahora sí… (pensé) que manos tan hermosas… tan grandes… solo que… eso no es lo que más me gusta de él, eso… aún es un misterio para mí…
|