10 – Agosto - 2005
Señor, gracias por estos 16 años de vida.
Te agradezco el darme el don de vivir, el permitirme dar todo lo que mi corazón guarda sin esperar nada a cambio.
Te agradezco que guíes mis pasos cada día, que estés conmigo en cada instante.
Te agradezco que un día me quitaras la vista, porque cuando me la regresaste, me enseñaste a ver mas allá de la superficie, me enseñaste a ver el alma de cada ser y de cada cosa.
Te agradezco que me hayas dado los padres que tengo, pues cuando decidiste mandarme con ellos, pusiste tu mano en sus corazones para que me dieran todo el amor que su corazón resguardaba.
Te agradezco la sabiduría que me has dado, me enseñaste que no todo en la vida es oro, por dármela para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal.
Te agradezco el darme a la familia que tengo, que siempre han estado conmigo apoyándome en lo que es necesario.
Te agradezco el ponerme en el camino a mis amigos, pues me han enseñado a vivir y a sonreír.
Te agradezco cada amanecer, cada día, cada respiro; pues cada segundo que me das de vida, es un milagro tuyo, al permitirme vivir cada instante.
Te agradezco el don de la vida, el permitirme vivir cada momento, el guiar mis pasos y permitirme dar el cariño de mi corazón a los que me rodean.
Hoy, me has dado el mejor regalo.
Hoy, me has dado tu presencia.
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