Cuando se intentó engañar, no le funcionó, lo volvió a recordar, se podía alegar, o se ponía a llorar.
Cuando se intentó sumergir, estaba él aún en el mar, en el fondo del rió, del lago, del manantial.
Cuando intentó escalar, estaba en los montes, fue inútil escapar, estaba en las montañas, y en las nubes.
Cuando se quiso ir y volar, miró hacia abajo, y regresó a esperar.
Cuando quería llorar había algo dentro de ella, que la abrazaba y le daba esperanza, ya era imposible olvidar.
Cuando ya no podía mas, ni escapar, ni regresar, fue éste quien con sus alas y amor envolvió su alma, y la perdonó.
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