Te despides de prisa,
sin palabras y gestos.
Traté de repetirte que te quiero.
Pero sé, que ya no estás y que no me quieres escuchar.
Busco como llenar un vació que nunca antes existió,
A pasado tanto tiempo que mi mente no sabe lo que perdió.
Trato de reír, pero sólo quiero correr,
Lloro con el sentimiento de gritar.
En uno de mis sueños te encontré,
Acostado en una cama con forma de cajón,
Te ví, pero no llore,
Corrí a tu encuentro, pero te empezaste a desvanecer.
Te esperé al filo de la calle,
Aunque sabía que nadie iba a llegar,
Comencé a llorar, por creer que vi tu sombra pasar.
Me comenzaste ha hablar de perdones,
De miedos y de sueños rotos por la desesperación.
Viví en tú pasado por propia decisión,
Pero, juro que tu rostro no es el mismo que en el cajón.
Escucho tu llegada y te voy a buscar,
Pero no recuerdo el camino ni el lugar,
Sólo quiero recordar, como no descansabas
para que dejará de llorar. |