Mírame a los ojos y dime que soy la de antes. Jura por mi vida que sigues sintiendo lo mismo por mí que antes de que me llegara la desgracia.
Dime sinceramente que no me odias, ni tan siquiera un poco, por todo lo que has pasado al quedarte a mi lado. Que no te arrepientes ni una sola vez de no haber seguido con tu vida como te dije que hicieras. Que sigues andando sin mirar atrás.
Dime sin dudar que no tienes nada que echarme en cara.
No puedes, lo se.
Sigues a mi lado como amante fiel que prefiere morir a dejar a su amada, aunque ella sea la misma muerte.
Sin embargo, no puedes mirarme a la cara y decirme que me amas como antes, que nada ha cambiado, que tus sentimientos hacia mí son los mismos que eran e incluso más fuertes.
Lo haces mirando al suelo intentando que no me de cuenta de que mientes.
Por qué lo haces? Se todo lo que has hecho por mí y todo lo que te debo, pero te avisé de que pasaría si seguías junto a mí.
Yo nunca te mentí, no como tú lo haces ahora.
Pero lo que más me duele es ver cómo te mientes a ti mismo. Cómo intentas hacerte creer que todo está bien a pesar de lo sucedido todos estos años,
cómo te esfuerzas por quererme y perdonarme aunque te dañe profundamente.
Y lo que más me entristece es que eres el único que cree que volveré algún día.