Cargando llevo mi cruz,
bendito mi Dios Jesús,
apiádate de mis penas,
resuelve ya mis problemas,
tú que eres una alma buena,
no me dejes sin tu luz.
Hoy que tanto te necesito,
mi querido Jesucristo,
no me abandones padre santo,
sabes que te amo tanto,
por eso es que yo te insisto,
no me dejes sin tu manto.
Dame fe y fortaleza
para sobrellevar mi problema,
sé que con tu gran nobleza,
me harás una persona buena,
que no olvida que el que reza,
pronto habrá de encontrarte.
Y cuando me veas decaer
levántame con tus manos,
sé que con tu gran poder,
sanarás a los humanos,
y no dejarás perder,
a los que tanto te amamos.
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