EXPRESIONES EXTINTIVAS
Sabes desconocida con nombre de mujer, hoy cuando desperté, te vi, rodeada de las rosas espinosas del rosal que acompaña todas nuestras expresiones extintivas, te vi riendo satíricamente del destino que nos separa, te vi llorando la amargura de tu soledad, que no es tal, Hoy, cuando desperté quise correr a tu lado, quise quitar de tus ojos aquella expresión que rompía mi corazón en un numero infinito de lágrimas deslizantes y agudas. De un sabor tan dulce como nuestro primer beso, aquellas lágrimas afiladas y transparentes cortaron mis sueños, cegaron mis ojos y torturaron mis verdes esperanzas de volverte a amar.
Hoy, cuando desperté, te vi, marchitada por el escaso amor que nos queda, te vi prendida de las pocas palabras que cruzamos al vernos, hoy, al levantarme sentí una necesidad sobrenatural de besarte, de mirarte, de contemplar detalladamente cada línea perfecta que compone tu rostro especialmente complacido, te vi escondida en los muros gigantescos de nuestra indiferencia, te vi, perdida en el mundo del que tratas intensamente de escapar, sabes mi amor, que te vi, tan bella como siempre, detenida sobre los vientos del amor, en el amanecer de mi anochecer pude por última vez, ver tus ojos tan grandes como el océano impregnados de hechizos dañinos y hermosos, ver tu piel blanca suave y delicada, asombrosamente dibujada por la creación. Pude ver la perfección de los lienzos que completan la melodiosa canción que cantan tus labios al besar, pude ver tu corazón color rojo intenso.
Hoy, al despertar, me levante de mi cama, trate de mirarme al espejo, pero sentí lastima de mi, me dio miedo mirarme sin ti a mi lado, sentí una tristeza en cada una de las miradas que salían hacia el universo, hoy al levantarme caí de rodillas ante la creación, ante dios (entendido como el sin nombre) ante la magnificencia de toda la naturaleza, me derrumbé sobre la alfombra de mi cuarto frió y solitario, hoy al despertarme lloré por última vez, hoy al despertarme te perdí, quise que volvieras, desee poderte mimar y abrazar, descubrir, besar, tenerte todo el día en mis brazos, recorrer toda tu piel con mis labios y llenarte de calidos besos inolvidables y eternos; hoy, al despertarme me di cuenta en el ocaso de mi vida que te extraño en cada segundo de mi solitaria existencia. Entonces la soledad me envolvió en sus brazos y seco mis lágrimas, volvió a mi vida, para acompañarme en mis últimos días.
Hoy al despertarme, al levantarme, al caer, al secar mis lágrimas, al verte en cada una de las esquinas de mi cuarto, me puse de pie, y grite muy duro al cielo, un reclamo cortó el aire viciado que escondía los rastros tardío de su partida, un grito que solo tenia una sola voz, en un idioma diferente las palabras pasaron de la luna hacia el sol, la noche y el día se fundieron en un solo paisaje para verme gritar, así, las palabras solo salieron, los árboles pudieron escuchar un expresión en ingles, grite I Still Loving You, con música de Scorpions, yo la sigo amando, y la seguiré amando por siempre, porque de cierta forma y sin darme cuenta, tú, desconocida con nombre de mujer, te convertiste en el amor de mi vida. Te extraño, te amo, quiero que vuelvas, te deseo y me muero sin ti, te amo, te amo, te amo y te amo, pero debo despedirme de ti y seguir adelante esperando en la playa de mi solitaria isla, bajo la sombra de una de las gigantescas palmeras, a que el mar te devuelva en sus olas en uno de esos días, de música difuminada en la brisa marina, de cielo anaranjado, y de delfines saltando…
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