Llamaradas de fuego se sumergen en el océano El cielo arde El cielo arde y se lleva la vida... lentamente Cronos es cruel e implacable Las sombras me invaden de nuevo... sólo Los hombres están cegados por motivos perecederos Ciegos en sus cinco sentidos Los años pasan, los nombres se olvidan En la inmensidad del alma los miedos callan Nunca hubo tal claridad en la penumbra
Texto agregado el 23-09-2003, y leído por 381 visitantes. (2 votos)