Manifiesto que he cambiado. Si bien para algunos fue algo radical, para mí (y que es lo que realmente importa) fue un proceso lento y que quise tanto como quiero la vida. Elegí, hace ya un buen tiempo, mi destino y mis armas con las que lo quiero defender. Elegí el camino largo y el sacrificio. Elegí desarrollar todas mis inquietudes y mis talentos de forma responsable y con voluntad; creo profundamente que arriesgarse en la vida es la clave para el éxito, perdón si en este caminar no he mirado mucho para el lado, pero voy como un caballo de carrera en la primera curva y con todas las fuerzas. De esto me siento responsable, hay mucha gente que me ha apostado a ganador y les prometo que no los quiero defraudar. No me importan las risas y la mala leche de algunos, solo me importa llegar bien a la meta y de manera limpia, recordando que en algún momento me desmarque de una fiera marca que no dejaba moverme ni pensar, ahora lo hago con total libertad por el medio campo, con la diez en la espalda y la jineta de capitán en el brazo izquierdo, que dicho sea de paso está siempre apuñado y levantado.

Manifiesto que quiero vivir.
¡Que te amo! Y;
Que veo para todos un futuro mejor.