Veo en mis sueños a mi pueblo perecer, ahora que amaneció, unos hombres blancos quieren apoderarse de lo que es nuestro, dicen que son conquistadores, que ahora son nuestros dueños, proclaman nuestros tesoros, nuestra cultura, nuestro pueblo; en nombre de Dios.
Pero yo solo veo que nos roban libertad, se llevan lo que es nuestro, nos imponen nuevas costumbres, nos dicen hasta que debemos soñar, en una extraña lengua nos hablan, y quieren que sus costumbres de ahora en adelante sean nuestras, nos dicen que solo hay un Dios, pisotean nuestros altares, destruyen nuestros ídolos, nuestros Dioses. Ofenden a mi pueblo, a mi cultura, a mis sueños.
Nos imponen una religión, nos infunden un gran temor, bautizan a nuestros hijos para que sean hijos de Dios; mis padres se aferrran a sus tradiciones, se aferran a sus costumbres, a su cultura, a su vida, solo encuentran la muerte, ya no hay dolor, solo sangre y destrucción adonde voltee. Todo en nombre de Dios.
Ahora nuestros hermanas creen en su Dios, hablan su idioma, es que viven con ellos, son obligadas a estar con ellos, dicen que la muerte es una forma de purificación.
Todo parece terminar, ellos nos gobiernan, ahora de amor y del perdón quieren hablar y mientras esto pasa un sacerdote me pregunta si quiero mis pecados confesar.
En estos momentos no se en que creer, no se que pensar, en quien confiar, ni en que idioma hablar.
¿qué sentirías tu si te robaran tus sueños y pisotearan tus creencias?, ¿qué harías si se rieran de tu cultura y envenenaran a tu pueblo?, ¿qué sentirías si mataran a tus padres?.
Todo en nombre de Dios.
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