A Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y te leo desde lejos con mis ojos volados.
Parece el tiempo pasado en tu frente
y parece un cigarro la boca te hubiera cerrado.

Como todas las cosas están llenas del tiempo
emerges de un ayer, te quedas por otro día,
por un mañana que se parece tanto al tiempo
y te pareces tanto a la palabra poesía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y te leo desde lejos, y mis ojos no alcanzan.
Y estás como fantasma sin rostro, como arte,
y parecen mis ojos dos charcos sin agua.

Déjame que caiga dentro de las hondonadas
y que me robe estos versos al menos.
Eres como el tiempo en alguna noche pasada.
Tu poesía es mujer, en el albor de sus senos.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
distante y sin tiempo como si hubieras muerto.
Ningún verso entonces, ningún poema, no éste.
Y estoy tan triste, tan triste de que sea cierto.