No quiero compartir el mismo techo, no, no hablo de tener un mismo espacio, ni de repartirnos los quehaceres. De lo que te estoy hablando, es de disfrutar contigo.
Quiero que sea tu rostro lo primero que estos ojos vean cada mañana que despierte.
Quiero que sean tus labios lo último que yo toque antes de irme a dormir.
Quiero que sean tus brazos los que me den asilo después de un terrible día.
Quiero ser tu compañera, tu cómplice, y tu protección.
Quiero ser yo tu cobijo cuando sientas que se derrumba todo.
Quiero ser tu amiga, hoy, mañana, y de por vida.
Quiero que seas tú mi consuelo cuando la tristeza invada cada rincón de mi alma.
Quiero inhalar tu aroma todos los días, todo el día.
No quiero que cada invierno un cobertor me proteja, sino que sea tu cuerpo el que me de calor.
Quiero despertar temprano y contemplar tu rostro, para disfrutar yo sola de su ternura y belleza, esa belleza apacible que irradia en sueño profundo.
Deseo con toda mi alma, tener mil abrazos tuyos, cada día de la semana, con nada entre nuestros cuerpos, mas que el roce de la piel.
Necesito esa sonrisa, a cada momento del día, porque no sólo te amo, sino también me fascinas.
Quiero acariciar tu cuerpo, quiero perderme en tu piel, quiero tenerte y ser tuya, quiero fundirme en tu ser.
Quiero ser tu inspiración, deseo ser tu por qué, ser tu motivación, y también tu sin razón.
Quiero ir formando mi vida con instantes repletos de ti, yo quiero vivir contigo, quiero tenerte por siempre, quiero vivir para ti. |