Court se tumbó en la cama, era el fin de un largo día, estaba muy despejado como para conciliar el sueño, la cabeza le bullía, miró en su mesilla de noche la columna de libros por terminar que le aguardaba, entre ellos estaba su viejo diccionario. Court disfrutaba jugando con las palabras, ya no solo en crucigramas, sino buscándolas en el diccionario, ya solo le quedaba usarlo para desentrañar el misterio de la vida, se le ocurrió que la primera palabra era . .
Existir: tener una cosa, ser real y verdadero.
“Ser real el primer requisito primordial y también tener una cosa, tenerse a si mismo, por lo tanto somos una cosa que se tiene, cuyo sentido es tener cosas”.
Cosa: todo lo que tiene entidad ya sea corporal o espiritual natural artificial real o abstracta.
“¿Qué cosa no es una cosa? Si todo tiene su opuesto, lo opuesto de todo, es nada, una dimensión de la nada de donde proceda el espíritu, y así como en el ying yang una parte positiva tenga una porción negativa y viceversa”.
Verdad: adecuación del pensamiento a las cosas
“El pensamiento eje de todas las cosas, las cosas existen porque alguien las piensa. La belleza de las montañas no tendría sentido si unos ojos no las viesen y no sintiesen emociones, percibir la belleza es una de las facultades humanas hacia el universo que le ensalza y abruma, el universo sin el pensamiento estaría vacío, las montañas no existirían para nadie, por lo tanto aunque estuvieran allí, no existirían, nada podría confirmarlo, así pues somos el motivo de la existencia de las montañas.”
Pensar: ejercitar la facultad del espíritu de concebir razonar o inferir .
“El espíritu tiene poderes como los de un mago y articula su juego con los prismas de la realidad, los encuadra como en un rompecabezas, y los cose con sus pensamientos, el hombre es un obrero en construcción de la verdad absoluta”.
Espíritu: substancia sutil considerada como principio de vida.
“La sutileza de la sustancia señala lo sutil que puede ser el sentido de la vida, algo imposible de distinguir pero seguramente evidente y simple, si eres perspicaz para percibir el agudo sentido de humor de la invención terrenal, pues el sentido del humor tiene la facultad de sutil como el espíritu, y es un sentido, cuando se esta buscando precisamente sentidos, este sentido surge de nuestra parte incorpórea, distinto de los sentidos corporales, como un hilo de plata provinente del mas allá”.
Court encontraría respuestas, ahora estaba seguro que la frase, "Dar objeto a la vida" venía de que nosotros mismos somos objetos, pero con una pincelada irreal, esa sustancia sutil, ese principio de vida, el alma que reflejan los ojos desde el centro de nosotros.
Court cerro el libro. “La esencia de nosotros es el deseo, “El objeto del deseo”. El deseo no entiende de normas ni de leyes de la gravedad, es lo que surge de nosotros hacia el objeto. Es el enlace de este mundo con el espíritu, el fluido universal, el objeto no existiría si no lo desearan, pero el deseo no tendría sentido sin el objeto, así es una relación reciproca, y no de otra forma, en el plano de la existencia es así, la única motivación del deseo es amar al objeto, así que el sentido de la vida es producir amor.
"Yo puedo amar a la gente,-se dijo Court- y no quiero caer en la vorágine de creer en las apoteosis, si no pensar que las cosas suceden porque así suceden, que hay una respuesta científica, que la realidad es cotidiana, aunque parezca a veces “Las mil y una noches”,solo se vive una vez, para aprender matemáticas, para componer una melodía, para ser un héroe del día a día, una pequeña luz de una ciudad o un observador de insectos.
Si todo fuera tan fácil de deducir ya hubiéramos tenido, como humanidad, un consenso con dios, sospecho que este es el último fin que tiene la existencia, que el principio se una con el final a través del pensamiento de los hombres. Tal vez tenga razón Ruther y yo soy demasiado iluso, querer encontrar la realidad en un libro, aunque contenga todas las palabras, es el delirio de un loco. “El delirio de Demian Court”. Un delirio utópico y grandilocuente para un inperceptible ser humano como yo.
|