JOYAS...
Yo necesito tu cuerpo
para enjoyecer la tarde,
para jugar entre gemas
en las que tanto fuego arde:
los brillos y estratagemas
de juegos que no terminen...
Juegos sin juez ni testigos,
que son pactos entre amigos,
que sólo perdiendo ganas
al prolongar la partida...
Escudriñar tus ropajes
hasta encontrarte en el pecho
un par de esmeraldas finas,
y, como si fueran rosas,
buscar bien que no haya espinas.
...para poderlas besar,
para acariciarlas suave...
para posar como una ave
mi mano en su curvatura,
y resbalando mis besos,
llegar hasta tu cintura...
Luego, interrumpir el vuelo
para visitar tus ojos,
joyas que, sólo de hinojos
se pueden homenajear...
Besarte también las manos
joyas que contienen joyas,
tus oídos y tu pelo;
los dos rubíes de tu boca,
la suave curva del cuello,
el hombro y la espalda tersa...
De ahí, volar sin escalas
a las joyas de tus pies,
masajearlos suavemente,
besarlos,
luego partir
en busca de otros destinos...
...Joyas suaves, joyas tiernas,
joyas largas son tus piernas
de suave y esbelto trazo,
que con mis manos abrazo;
En las que entre besos busco
la encantada enredadera,
la guardiana del tesoro:
...la aterciopelada cueva
la que resguardar el portento:
¡ ...Joyel de milagrería... !
...Donde anida toda ciencia,
Donde,
ausente la conciencia,
sólo reina el arrebato
del instinto que florece,
y que entre atavismos crece
bordando adornos al alma
hasta que,
sin paz ni calma
alguien se dice rendido...
...Y poder recomenzar,
o terminar la partida...
lo que aquél joyel decida,
ya que al ser dueño de vida,
¡ ordena lo que hay que hacer... ¡
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