"El Dragón es humo - hay que entender eso - es el tiempo que bota su alma, de la prehistoria hasta el futuro presente - hay que entender eso - desde la escama que repta y se desliza en lo subterráneo al calor del fuego hasta las plumas de las aves que rayan el cielo en lo alto - tambien hay que entender eso - su barriga es un horno que hornea a fuego lento la masa de la tierra con todos sus seres, y a veces se enciende y se convierte en estrella"


El Profesor dió una calada más a su cigarro, Moonday lo veía desde el asiento de más atrás clavando sus garras en el suelo, posando en una rama en otra parte ¿Qué hacía aquí en el cemento? - se preguntaba ella mientras era arrebatada como desde sueños lejanos por una ola pesada de energía negra.


"Sus ojos son dos estrellas - decía el profesor mientras hablaba, hablaba y hablaba... desde otra parte; desde la parte de donde surgen los garabatos en los salones de clase.


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Desperté sobrevivido, clavado a los cables eléctricos y al asfalto y al cemento, bajo ese sol ciclópeo y bajo una luna triste que reverbera... en un mundo insecto tan en contradicción aparente con el músculo del Ávila. El animal en mí olfateó el aire, viviente en la roca reseca. Hago fantasmas en mundos no muy interesantes... fantasmas que se pasean; a veces los expelo y luego muero por ellos; soy yo quien va a donde ello0s, a veces en sueños, durante la espera.

El Dragón viene, posa sobre la pierna certera, toma de mi materia, a veces me espera.