Millones en el espacio de los que una vez se fueron para no volver ya no los puedo encontrar aquí. Había comenzado la era de la eliminación de los más hermosos. Contrataron a belleza y a aguantarás y ésta última era insoportable porque te quitaba para luego reprenderte por no haber tenido jamás. Belleza era lo opuesto a aguantarás, se convertía en igual y en caso necesario en lo feo y lo más feo haciendo irradiar belleza en los ojos de sus encuentros que se empataban en la intención y en un segundo automático obtenían toda la información y optaban por las transformaciones para la era insecto que habría de venir. El lenguaje de belleza era sencillo: "¿Aguantaremos?". El lenguaje de aguantarás era distinto: "¡No aguantarás!" y el otro se decía por dentro "¡Aguantaré!". Lo importante era la información: el mundo cambiaría de densidad a niveles casi carentes de oxígeno suplantado todo lo nuestro-natural por entretenimiento-insecto como cabezas de insecto-televisor, colmenas y termiteros construcciones edificios, escarabajos coches, hormigas motocicletas, lombrices metros, mosquitos satélites, y todos los sonidos de insectos en celulares teléfonos timbres campanas licuadoras libélulas helicópteros antenas orugas autobusetes y el dinero sangre de lo vivo traicionar a los amigos mesianismo matarás huesos de metal torturado hacia afuera la pistola porquería campo de concentración y el mamar güevo frente al micrófono presidentes y adictos a la fama exclusión protección como las ovejas peinadas hacia el matadero de la gran producción industrial del consumo humo hacia ninguna parte... ejem... ¿Aguantarás?