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EL DÍA DE AYER.

Di' paxettu 60 de Kionto de 3046.

6: 15 d.a

El Góllos deshabitaba la esencia lúgubre y sombría de olor y sabor a muerte celestial y natural que regía desde hace unas 5 horas la antigua ciudad de Fernulia, hoy desvanecida por las inclemencias cercanas de amor y odio que se desprendieron de la perfección maravillosa de K’alamadrel uno de los dioses que cuidaban la raza humana, las campanas de la iglesia mantenían un constante y abundante sonido perdido dentro de las aguas submarinas de una esplendorosa ciudad destruida por la distancia de mundos cercanos a la infelicidad. Ayer el motivado vaivén de las olas había ahogado las esperanzas de aquellos seres robados y malcriados en la desilusión fracasada y superflua del humano amor.

Los días se habían convertido en años de eterno sufrimiento, y las horas eran instantes lujuriosos de su indecencia perturbadora, aquellos que osaron enfrentarse a los dioses veían como su pequeña e insignificante existencia era robada por el actuar de los verdaderos amos del amor sobre una ciudad que hundida en la venganza jamás soñó con tan maléfico e inclemente final, el ser humano a través de milenios intangibles ha tratado de superar la verdadera pasión de su codicia, solo una pequeña historia sobrevivió a tan inesperada e insufrible tormenta de odio y desesperación.

Las aguas, ahora tranquilas servían de hogar a quienes lograron sobrevivir a la catástrofe, el respirar de un dios podía sentirse aún sobre el océano, el grito que había iniciado aquella traumática tempestad seguía vigilando las laderas del Podía. Pero no siempre fue así

Di' paxettu 55 de Kionto de 3046

Al caer el Góllos de un día perfecto, casi imperceptible por el tiempo de las hadas, en donde la armonía de la sociedad de poetas se descubría en una soledad de ensueño, los primeros vestigios de la catástrofe asomaban su inclemente desaparición, una pequeñas gotas de fuego empezaron a caer del cielo como lo fue una vez la lluvia en este planeta habitado por el infinito y el humano anacrónico. Los personajes pasaron desapercibido tal sucedo y emprendieron una casería sobre la perfección que buscaban destruyendo cualquier cosa que se le interpusiera. La noche llego y la Juisga se posó en un cielo blanco y claro que despertaban los espíritus ocultos en las expensas de la calle y la muerte.



Avhalasha 56 de Kionto de 3046

El día comenzó con una neblina negra y espesa que se posaba sobre toda la ciudad de Fernulia, una niebla tan espesa que dejó a todos los habitantes de Fernulia dentro de sus casas, paralizando la energía somera de la cuidad y desvirtuando la costumbre sicodélica, monótona y enferma. La única compañía de aquellos terrícolas, era su propio estiércol de persona. El día pasó enteramente despacio y el sufrimiento continuo comenzó a desatar la locura radical de los Fernulianos.


Shulajjú 57 de Kionto de 3046

Pasadas 14 horas del día de Shulajjú, apenas de la mitad del día la cuidad de Fernulia exploto en un sin fin de polvo salvaje que cubrió cada calle de la ciudad maldita hasta tapar los 5 primeros pisos de los edificios mas altos, la ciudad quedó cubierta por unos 100.000 millones de toneladas de polvo, proveniente de la explosión de la estrella Camarulè, la muerte asomó sus narices y se llevo a mas de la mitad de los Fernulianos, dejando una ciudad casi despoblada, masacrada y podrida dentro de los cadáveres que se petrificaron dentro de las casas y calles de Fernulia.



Falmentro 58 de Kionto de 3046.

La furia divina seguía matando a los Fernulianos, estos caían como moscas dentro de su propia maldad y masacre, las altas esferas de Fernulia decidieron enviar un ataque frontal y letal contra el cielo, los planes se hicieron, planeaban destruir el cielo y así acabar con el castigo impuesto por su Dios Mòáss, los Fernulianos fueron capaces de enfrentarse contra quien les había dado la vida, la muerte y la paz de muchos años. Así a las 38 horas de Falmentro el día mas largo de su semana y mientras Mòáss dormía, lanzaron un poderoso artefacto dirigido hacia la ciudad de Kiläs, ciudad natal donde vivía Mòáss, sin embargo aquel día de Falmentro Mòáss, dormía placenteramente en su casa, cuando en cuestión de minutos todo quedo reducido a polvo de Juisga, no quedó rastro alguno del dios Mòáss.



Tharco 59 de Kionto de 3046.

01: 35 d.a

La noticia del ataque de los Fernulianos se esparcía rápidamente por el reino de Góndola país de los dioses venerados por el reino de Omiufas, cuya capital es Fernulia. Existía cierta incertidumbre por la muerte de Mòáss padre de todos los dioses de Góndola, los hijos de que vivían en Góndola habían muerto junto con su padre, mas de mil dioses quedaron reducidos a polvo de Hadas, sin embargo los Fernulianos no sabían que K’alamandrel Dios del reino Gizmad, era hermano de sangre de Mòáss, ambos hijos de Valnea y Veinutt, Dios de todo el planeta tierra. Gizmad al enterarse de tal desgracia juró venganza por la muerte de Mòáss.



04:00 d.a



K’alamandrel furioso por la acción de los Fernulianos, planeó la venganza por la muerte de su único hermano de sangre. Veinutt, padre de K’alamandrel y Mòáss, estaba muy enfermo por lo tanto la noticia no podía llegar a sus oídos. K’alamandrel dejó el reino de Gizmad y se dirigió al reino destruido de Góndola, en donde desvaneció los restos de su hermano menor. La venganza sería tan extrema que los habitantes de Fernulia desearían la suerte de aquellos que murieron con el castigo impuesto por Mòáss debido a sus acciones de destrucción de la naturaleza sagrada de Assraell; que es hermano de Veinutt y creador de todas las especies naturales y animales que poblaban el planeta tierra, era considerado por los dioses un agravio atentar contra cualquier especie por mas pequeña que fuera.



12: 00 d.a



Menos de la mitad de los habitantes de Fernulia festejaban la suerte del ataque que habían lanzado contra Mòáss, mientras se embriagaban en resve, K’alamandrel bajo a la tierra, escenario solo visto tres veces en toda la historia de este planeta la primera de ellas cuando, Zolpriel padre de Heotyias hundió la Atlántida, para nunca mas ser encontrada por la humanidad, la segunda ocasión cuando en la antigüedad Sodoma y Gomorra fueron destruidas por Heotyias padre de Veinutt; y cuando en el 2036 Veinutt padre de Mòás y K’alamadrel desvaneció y desapareció el 70% del planeta tierra en uno de los peores castigos a los seres humanos existentes en el tiempo de lo intolerable, después de allí todo cambio. Esos tres escenarios de dioses en la tierra solo podía significar muerte y destrucción, acompañados de tortura y eterno sufrimiento para aquellos infelices que se toparan con K’alamandrel.



12:45 d.a



K’alamandrel se encamina lentamente hacia la ciudad de Fernulia, sus pasos ágiles y mortales, pisaban las lágrimas que caían de aquellos ojos perfectos y dolidos, en los Sgoles cada uno de los dioses se detenía para presenciar los movimientos elegantes y peculiares de K’alamandrel, mientras cruzaba los mares sus lágrimas…

Continuará quien sabe cuando se termine la historia de K’alamandrel y la ciudad de Fernulia.

Texto agregado el 06-08-2005, y leído por 127 visitantes. (0 votos)


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