Esta noche tu respiración fue más húmeda que el mismísimo mar. Esta noche recorrí cada forma tuya como quien busca, desesperada, una razón. Mis manos jamás sirvieron hasta este instante. Hoy nada es mío, nada es tuyo. Todo lo es.
Texto agregado el 05-08-2005, y leído por 338 visitantes. (5 votos)