En el fondo del aire,  
Raya un dibujo difuso de tus manos, 
Un colesterol idiota y asesino, 
Un parlamento ajeno y preocupado, 
Y la repetición estéril partida en mil pedazos. 
  
Y es ese grito sobre el fondo, 
Herido de no-vuelo, y sujetado, 
Que solo habla de la soledad misma 
Y de sentirse ahogado en entupidas palabras 
 
Quiero abrirme al llanto y aumentarlo, 
Estirarlo sobre todos mis recuerdos, 
sobre todas las luces en la calle, que no son mas que mi gente, 
y de anegar de sangre los espacios que no dejen recordarte. 
 
veo a un reloj parado que se cayo del tiempo, 
Y ya no sabe a quien mirar porque es pasado. 
 
Y sin embargo ríe, y sacude al segundero, 
Revienta contra el cráneo de las niñas,  
Bajo sus temblores quietos, 
Como si fuera un despertar lleno de vida. 
 
Y yo, siento no sentir mas nada... 
Me he encerrado,  
de ojos para adentro. 
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