Vivir la vida, de repente se asemeja a tomarte la única botella de vino que te toca en suerte, y que algo o alguien descorchó para ti al nacer...
Puedes tomarla muy poco a poco, o a grandes tragos. De los dos modos termina por acabarse... o echarse a perder... pero también puede ser dulce y embriagadora... además, no hay otra...
Texto agregado el 04-08-2005, y leído por 106
visitantes. (1 voto)