¿Quién sabe porqué caminos viene el amor?
Qué sin tocar puertas ni avisar, te visita.
Te trama, te encadena, te rodea y te arrincona.
Llega a veces sin sonido y te encanta, te adormece
y sin libar licor alguno, te transforma
en la magia de un beso,
en el espacio de una mirada,
en el peso de un suspiro,
en la música de un te quiero,
en la carcajada del silencio y en lo piadoso de un golpe.
¿Quién sabe porqué senderos nos arrastra el amor?
Que nos lleva a la luna sin visa, sin pasaporte.
Vemos su rostro en los charcos, en los espejos, en los ojos ajenos,
y nos hace realizar promesas, jurar en vano, suplicar.
Te espera a la salida, en los sueños, en el estadio, en la estación.
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