Mi Marion, antes que nada, quiero advertirte: mi intención está muy lejos de la dramatización y más lejos aún, de la tragedia. Pero me es imposible asimilar nuestro mutuo redescubrimiento como una coincidencia o un acto del azar. Nuestras expresiones, en estos brevísimos mensajes que hemos cruzados, nos revelan como dos seres atormentados por una separación traumática, como las producidas cuando se nos amputa alguna de nuestras extremidades. Sé que has deseado imprimirle optimismo a tus palabras - no vayas a salirme ahora con aquello “de la ancestral melancolía del pueblo judío” conque solías tranquilizarme cuando tus padres quisieron obligarte a permanecer en Israel- pero percibo en tus palabras una tristeza de despedida, y si es así te quiero jurar, por todas las cosas que nos pertenecen, por fortuna no son cosas de este mundo, que esta vez y para siempre, nos iremos juntos. Tú y yo, nunca temimos a la muerte y siempre despreciamos el sufrimiento. ¿No habrás olvidado a Camus, verdad?: “no existe adversidad que no venza el desprecio”. Esta fue mi oración más recurrente para sobrevivir con dignidad al atropello del poder y la injusticia. Imponerme sobre la ergástula infame que padecí por el inflamable delito de expresar con dureza nuestros derechos a convertir los sueños en realidad o como dice el Che, lo extraordinario en cotidiano. Tus frescos sobre nuestra estadía en Londres en el 73, me ha recordado que ya antes, finales del 71, Año nuevo en Trafalgar Square!, hasta febrero del 72, vivimos momentos de intensa actividad política y cultural en Londres. Acuérdate, nos alojamos en un cuartito de una casa administrada por un matrimonio canario, en Evelyn Gardens. En esos días, esa casa era objeto de peregrinación para innumerables muchachas procedentes de España que venían a someterse al aborto en Londres. Muchas de ellas, unas adolescentes todavía. Para ese entonces, Francisco Franco era el legítimo Herodes en España. Dicho a tu manera, Franco era, en esa época, el único aborto autorizado en España. Henry Kissinger brillaba como la primera estrella plástica del firmamento de utilería de la agresión impune. Se jactaba de su naturaleza genocida, proclamando su teoría del “ataque limitado” o de pequeñas bombas atómicas de destrucción “controlada”. Insensato e insensible, pequeño fascista! En agosto del 72, USA llevó, de regreso a casa, los primeros 70 mil soldados de los cientos de miles desplegados en Viet Nam. Ya antes, diciembre del 71, el mismo Kissinger, obligado por los acontecimientos, había firmado en Paris el acuerdo del cese de fuego y de hostilidades. El heroico pueblo vietnamita venció otra vez al invasor y tu fuiste su mejor aliada en el Reino Unido: Más de cien diminutas banderas del país asiático e innumerables pancartas, todo de tus propias manos deliciosas, repartiste entre tus seguidores, yo el primero, y nos dirigimos a las inmediaciones de Westminster y luego al Hyde Park, solo para gritar, cantar y tomar sidra a tu lado. Tú eres mi verdadera, mi genuina, mi única estrella: guiado por tu brillo me posesioné del momento reservado a muy pocos mortales: completa felicidad. Perfecta. Lo fugazmente transitoria, fue el precio que exigió la perfección. Aquel raudo vuelo de nuestras existencias, exaltadas y pletóricas, me insufló de la fuerza y el estoicismo de un experto para enfrentarlo todo y aceptar la muerte. Cuatro años juntos, yo, había ya, experimentado todo lo que vale la pena experimentar en la vida. Esta convicción, internalizada en lo más profundo de mi vida, alimentó, sin pausa, el sagrado fuego del desprecio por mis verdugos. Un recuerdo me viene ahora a la cabeza. En esa protesta, en realidad, era mas fiesta que protesta, se nos unió un grupo, muy pequeño, de norteamericanos con los que habíamos hablado, la tarde anterior, en el comedor del British Council. Unos minutos antes de esa charla, frente al cubículo de Marjorie y en compañía de ella, aquel venezolano, se hacía llamar Carlos, culto, políglota y joven, deslumbró a Marjorie, nos presentó a uno de esos norteamericanos. Abogado recién graduado y realizaba estudios de post grado en Cambridge, de paso en Londres, camino de compartir navidades con su familia en USA. Luego de las presentaciones, Carlos nos aseguro, premonitorio, “pronto oiremos hablar de este gringo”. Ciertamente, casi veinte años después, todo el mundo lo conocía: Bill Clinton, pero su fuego contestatario, exhibido en Londres, por aquellos días de la guerra de Viet Nan, se había extinguido. Marion lo que me preocupa en este momento… ¿Qué enfermedad te aflige? Debes hablarme claro por todo este tiempo de silencio. Además, si es algo por lo que debes, irremediablemente, morir, no tiene sentido que no me lo digas ahora mismo, porque de todas manera lo sabré. Recuerda, mi ama, yo quiero morirme contigo. Yo como tu, la aceptación de la muerte, la llevo vencida y nada podrá evitar nuestra definitiva re-unión. Escríbeme y dímelo todo. Este se ha hecho muy largo y no quiero fatigarte con largas lecturas frente al monitor. Tú me conoces, hablo demasiado cuando estoy contigo. Quiero morir contigo. Escríbeme, mujer de mi sangre y de mis huesos. Te quiero con todos mis tejidos vivos y los moribundos, joaking.
Date: Sat, 18 Jun 2003 09:03:35 -0500 (CDT)
From: "marion mizthar" | This is Spam | Add to Address Book
Subject: será lo que deba ser
To: “Joaquin López”.xxxxx@yahoo.com
Miamor, un sábado como hoy, hace treinta años y dos días, 16 de junio de 1973, fuimos juntos al Royal Albert Hall a escuchar música latinoamericana, interpretada por la Sinfónica de Londres, dirigida ésta por el británico-venezolano Edmundo Ross. Aquella ofrenda portentosa de belleza y armonía sónica, nos dejo insomnes. Esa noche me contagié de tu temor por descubrir que nuestra verdadera naturaleza es el producto de la fantasía. Todos los días de mi vida, para exorcizar el miedo, tomo los dos tickets de aquel espectáculo y los pongo frente a mis ojos para constatar, sí, es cierto, la felicidad como territorio, es inexistente, pero los instantes, los momentos felices, tuvieron protagonismo en nuestras desgraciadas existencias. Este no es un ejercicio invocatorio de la nostalgia. Es el poder de la nostalgia imponiendo sus leyes del bien morir. Es un mensaje explícito: ya pasó, para nosotros, todo por lo que valió la pena vivir, y lo vivimos. Pero además, y esto es muy importante, todavía conservamos, intacta, nuestra vieja arma secreta. Tú la llamaste nuestro abracadabra, porque su invocación, nos imponía continuar el camino, independientemente de la dirección del mismo. Ven, rézalo, otra vez, conmigo: nuestros días en este planeta están contados, mas, nada ni nadie podrá impedirnos experimentar, en nuestras carnes y espíritus, la conjunción cósmica que nos ata, así en la vida como en la muerte. Amén. Ahora comprendo tu obsesión por los ritos y por los gestos. Ellos funcionan como vasos comunicantes entre el tiempo real y el fantasmagórico. Es la forma más física de la esperanza. Disfrutábamos, como niños inocentes, encendiendo innumerables velas con los bálsamos de la India, en un rito preparatorio de la gran hoguera, fraguado misterioso de la especie, pugnando por multiplicarse y no extinguirse jamás. Otra de las cosas que me convirtió en una adicta a ti, fue tu desbordada alegría para explicar las cosas. En una oportunidad te confié que me quería rebelar contra mi hábito compulsivo de llamar a mi padre todos los sábados y pedí tu opinión, y la misma, iluminó, desde entonces mis llamadas a la casa. Dijiste, esas llamadas son baratas e inofensivas como una erección matinal y espontánea. Me sentó tan bien tu repuesta, que después, además del sábado, también llamaba el domingo. Hoy me había propuesto abordar, contigo, algunas reflexiones sobre política. Afortunadamente, lo olvidé y ya me siento muy cansada para hacerlo. De todas maneras, déjame decir algunas cosas: creo que la situación actual del Medio Oriente, es la peor de toda su historia. La política invasora de Israel es genocida. Yo quiero que tú sepas que la rechazo con todo mi corazón. La agresión norteamericana contra Iraq, además del crimen más inútil de la historia, perpetrado contra un pueblo, se revertirá como una vergonzosa derrota militar y moral de USA. Tu alusión a Clinton en su paso por Londres aquellos días, me permite compartir contigo, ahora, algunas de las actividades que he desarrollado. La más reciente se relaciona con este ex-presidente. Todos sabemos la obsesión de los políticos por el ¨legado¨. Nuestra organización en Londres, Mujeres Emancipadas, realizó, con absoluta seriedad, un trabajo de equipo sobre los Hábitos y Tendencias Sexuales en su relación con la sociedad. Esta iniciativa nos demostró que el mayor legado de Clinton, a la sociedad norteamericana, reside en la tolerancia adoptada por ésta, en su conjunto, de aceptar un acto sexual distinto al puramente genital, incluso como práctica sustitutiva del mismo. Así mismo, reforzó el prejuicio de considerar como aberración, otras preferencias, la penetración anal, por ejemplo, cuya práctica entraña muchas reservas, consecuencia de las primeras informaciones sobre el sida que lo ubicaban, acentuadamente, entre los grupos homosexuales masculinos. El fellatio, promovido exitosamente por Clinton, a través de todos los grandes Medios masivos de información, se convirtió en una verdadera revolución sexual silenciosa en USA. En una pequeña ciudad de la Florida, muchachos del preparatorio, cuyas edades oscilan entre los 11 y 14 años de edad, en un número mayoritario de hembras, acusaron, con ribetes de epidemia, padecimientos infecciosos en la garganta y boca. Los estudios e investigaciones realizadas sobre estos jóvenes, dejaron al descubierto la verdadera epidemia: la práctica masificada del sexo oral en los pre-adolescentes. Pero, además, se obtuvo otro resultado, tan impactante como el primero: algunas de estas niñas habían realizado, hasta ochenta veces, el sexo oral a sus compañeros, sin experimentar una penetración diferente a la oral. También se determinó que muchas de estas muchachas, exigen a sus parejas ser correspondidas con el cunnilingus, obteniendo, en relación al número de las exigencias, un porcentaje muy bajo de repuesta afirmativa. Yo, personalmente, saludo esta tendencia, hacia el sexo oral, en general, como un avance en las relaciones más intima de las parejas, ya que, independientemente del umbral de gratificación que produce, es una práctica que dota a los amantes de un mayor grado de control sobre los mecanismos que disparan el orgasmo. Latinoamérica está viviendo su hora estelar, gracias, en gran medida, a la formidable resistencia demostrada por la Revolución Cubana en sus cuarenta años de Historia. Las sorpresas desagradables continúan apareciendo. El 14 de abril del 2002 me encontraba en Roma siguiendo, por todos los medios, los acontecimientos que se desarrollaban en Venezuela y alguien puso en mi mano un diario, no se si español o mejicano, y en el estaba un escrito de Eduardo Galeano, donde éste, de forma marginal, atribuía responsabilidad a los norteamericanos en el golpe contra Chávez. Lo hacía dejando las ventanas abiertas (no las venas), para que por ellas se fugara algo de la culpa por aquel crimen perpetrado contra el pueblo venezolano, pues, diluía la culpa, calificando al presidente Chávez de rimbombante y demagogo… ¿asistido porqué razones, Galeano, afirma eso? Inmediatamente, asocié, a Galeano con otras plastilinas y me reconvencí de tu teoría: no existe materia más mutante que la mierda. En esa misma fecha, presencié por la TV italiana, un acto deleznable, que hasta este momento, no ha sido reparado. Apareció el Ministro de la Defensa de Venezuela, protegiendo con su investidura, el techo de vidrio de un empresario golpista, propietario de una planta de TV y otras menudencias multimillonarias. Ambos, en pantalla, negando la afirmación de BusinessWeek en el sentido de que este empresario era uno de los principalísimo instigadores del golpe, y esa es, precisamente, la información que manejamos las organizaciones políticas en Europa. Ya es hora, que el señor ex-Ministro de la Defensa, ahora Vice-Presidente, pida perdón al pueblo venezolano por su error o haga un acto de contrición pública si se trató de una acción deliberada para proteger a un amigo. Porque, por su parte, después del acto del lavado público, libre de sospechas, este empresario ha admitido su condición, no solo de golpista sino de traidor a su patria. Tú vistes las rasgaduras de vestiduras, de algunos figurones mundiales, como consecuencia de las tres ejecuciones que se produjeron en Cuba y ninguno de estos sensibles humanistas reparó en las más de 1600 ejecuciones, tan mortíferas como las cubanas, llevadas a cabo alrededor del mundo este mismo año. Ni qué hablar de las miles de ejecuciones cumplidas, extrajudicialmente, en los diferentes países donde viven muchos de estos sensibles seres. Inútil recordarles lo selectiva que es la pena de muerte en USA. Es justo y necesario aclarar, sí hubo una voz de un poeta universal, llamado Ernesto Cardenal, que recordó todo esto y además recordó que en Guatemala se acababa de hacer una ejecución múltiple: cinco hombres fueron fusilados un par de semanas después que las de Cuba y nadie chistó. El único lugar de Cuba donde no se respetan los derechos humanos es en Guantánamo. Todas las cosas del mundo que animaron nuestras vidas para la lucha social y política, hoy están peor que ayer, sin embargo, y a pesar de ello, también hoy existe una conciencia más cósmica, lo que me hace pensar, es verdad que vamos lentos, pero seguros y triunfaremos. Te lo aseguro, mi amor. No puedo ni con una letra más, pero te amo. Tu Marion.
Asombroso! Estamos separados por miles de kilómetros pero nuestras coordenadas son comunes, aunque en una dimensión ajena a los límites y las leyes del planeta que habitamos. Estamos, inevitablemente, conectados para siempre. Ella veía a través de la TV, posiblemente, en el mismo instantes que también yo lo hacía, en diferente huso horario, la perturbadora imagen del Ministro de Defensa venezolano, proclamando la inocencia de aquel pillo voraz e insaciable. No desestimemos la posibilidad del consentimiento de Chávez, inseguro por el reciente golpe, en este turbio episodio. Estoy seguro, en lo que al pueblo venezolano compete, que esta historia no ha terminado. Probablemente, este ministro del gobierno de Chávez, ha sido incapaz de rebelarse contra el guión que le implantó, en su cerebro, su mentor político. Para los efectos del psicoanálisis, el mentor es un padre. Su mentor fue Villalba, un malabarista del oportunismo. Muchos desconocen el poder fatal del guión cuando el individuo es incapaz de rebelarse y expulsarlo de su ruta de vida. Luis Miquilena, marioneta del mismo guión, desde la óptica política, yacía en la arena pública como un cadáver. Pero era solo el viejo truco de los parásitos mejor dotados para atraer a su víctima. Hibernaba, y cuando Hugo Chávez estuvo a su alcance, se le prendió del cuello y comenzó a succionar. No lo aniquiló, pero casi lo logra. Producto de esta traición, largamente preparada, se desató la intentona de abril del 2002, y las conquistas del pueblo venezolano, tambalearon. Hoy Miquilena parece muerto, otra vez, pero solo está hibernando y al acecho. La pequeña historia cuenta la oportunidad en la cual Villalba no honró un compromiso político pactado con Luis Beltrán Prieto y, este último, denunció: al doctor Villalba habrá que pedírsele un fiador para poder negociar con él. Otro villano de la política venezolana, Rómulo Betancourt, quiso estigmatizar a Villaba, calificándolo de cadáver insepulto pero es obligante recordar, que ellos fueron siameses de una misma catadura moral. Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt y Rafael Caldera fueron propulsores de la degradación moral y ética de la política y del servidor público venezolano. Propiciaron el ascenso de los más laxos y corruptos, haciendo expedito el acceso a las arcas del país a gobernantes como Pérez, Herrera y Lusinchi, genuinos iconos del dolo y la ineptitud. Falsificaron las potencialidades de la nación, beneficiando a reducidísimos grupos económicos y sociales, y favorecieron la creación de castas políticas de intocables. La perversión del poder en su acción falsificadora estableció antivalores, el racismo, por ejemplo, en un medio donde el 99 % de la población es de algún modo mestiza, contribuyendo con esto a fracturar la auto-estima de la población y a dificultar el avance social, político y económico de aquellos con la piel más oscura. Rómulo Betancourt, para obstaculizar la candidatura presidencial del doctor Luis Beltrán Prieto, recurrió, en su partido AD, al cuchillo del racismo, evitando lo ideológico: ¨ese negro, si no la hace a la entrada la va hacer a la salida¨. Y Rafael Caldera, sobretodo en su primer gobierno, exigió mucho esmero para que todos los funcionarios, del alto y medio gobierno, lucieran como anglosajones recién bañados. Incluso, de ese período, es improbable obtener una fotografía del doctor Caldera con alguna persona de color. Ni siquiera al lado de algún diplomático de las islas del caribe. El, además de inefable, quería lucir impoluto. Este proceso falsificador permitió a muchos mediocres e incapaces blanqueados, acceder a las más encumbradas posiciones oficiales. Caldera catapultó a la vida pública a un funcionario que reforzaba su currículo, de avezado cursillista de Dale Carnegie, con una fotografía donde el mismo, aparece retratado con uno de los Kennedy. Un certificado gráfico tan influyente, que este sujeto, en un gobierno posterior, el de Pérez, ocupó las más altas posiciones e incluso lanzó su propia candidatura para presidente, animado por su exitosa aventura. Todo el siglo veinte venezolano, con muy breves excepciones, padeció la infamia de hombres como estos, lo que podría explicar el injustificable atraso de este país. En los albores del siglo XX ya Venezuela producía petróleo comercial, precedida por USA por muy corto tiempo, mientras Rusia permanecía en el medioevo y toda Europa era víctima del hambre. Sesenta años más tarde, Rusia se convirtió en la precursora de la conquista espacial, seguida de USA y Europa iniciaba, junto con el Asia, un desarrollo esplendoroso, pero, Venezuela padece, hoy, mas carencias que hace cien años. Si esta idea la pudiéramos concretar con un gráfico de longitud, diríamos que hace cien años, USA nos llevaba una ventaja de un kilómetro pero hoy la ventaja que nos lleva es de mil kilómetros. Lo mismo se reproduce con las mayoría de los países de Europa, algunos de los cuales, aliviaron, en aquellos momentos, su carga social negativa, con la emigración de la que Venezuela fue una importante receptora. En cuanto a Rusia, las ventajas de Venezuela, respecto a este país, pudieron representar, hace un siglo, algo más de un kilómetro. Debo admitir que este ejercicio es fatigante e inútil dada su naturaleza hipotética pero lo expreso con la intención de exorcizar el conformismo o la aceptación en mi espíritu de revolucionario y de venezolano. Marion es hebrea-holandesa, pero su internacionalismo la convirtió en una estudiosa de los temas de Latino América en general y más tarde, de Venezuela en particular, por obvias razones de amor y solidaridad, aunque nunca ha visitado este país. Inmolamos nuestra juventud en aras de los ideales, cuyas banderas fueron utilizadas por otros como alas para encumbrarse y, luego pactar, de rodillas, su rendición. Ella y yo, derrotados y en el anonimato, mientras podíamos, nos premiábamos con el único trofeo que no pudieron arrebatarnos: el amor.
Mi amor Marion, con el advenimiento de mi madurez, una atmósfera de erotismo oxigena mi existencia de diferentes maneras pero sin dejar de incluirte en todas. Seguramente, igual que yo, habrás notado como el humor y la pornografía norteamericana acentúa su logro en los senos y las dimensiones del pene; la europea, así como la nuestra, son algo más genitales, con mucho énfasis en los esfínteres. No estoy seguro si esta obedece a una expresión limitada y marginal, underground, o si es una tendencia más profunda que denota nuestras preferencias sexuales y esas presentaciones gráficas funcionan como afrodisíacos o estímulos. Para mi gusto, la pornografía, en su conjunto, la encuentro repetitiva y grotesca. Muy árida, demasiado gráfica y explícita. En tanto, para mí, una expresión, un gesto de inteligencia es una enérgica convocatoria a mi libido. Me excitan las mujeres inteligentes, pero en particular e inevitablemente, tú inteligencia. A estas alturas de nuestras vidas, no voy a exhibirte algo de mi hipocresía, negando el estremecimiento interior y la extraña sed que, compulsiva, se arrastra desde mis labios, a través de boca, garganta y esófago, hasta alcanzar, exultante, al mismo estómago, por la sola presencia graciosa, de unas nalgas perfectas. Sin embargo, jamás he experimentado incitaciones avasalladoras, como las que me producen tus palabras y gestos, si argumentas con pasión e igual si lo haces con serenidad. Sentarme frente a ti, aquellos días de discusiones, era saborear la tentación de cada palabra salida de tu boca, como de una gruta lujuriosa. Estoy convencido que la humanidad se dirige hacia novedosos territorios de gratificación sexual, escalando al clímax orgásmico, mediante el contacto epidérmico, la excitación auditiva y visual, prescindiendo, voluntariamente, de la frotación de los genitales. Revivir el abracadabra, por mandato tuyo, reverdece mi inspiración. Te siento muy cerca, ambos agonizamos en una atmósfera, la regida por las leyes físicas, y simultáneamente, estamos despertando en otra, cuyo orden, todavía desconocemos y sin embargo, comenzamos a intuir como nuestra verdadera tierra de promisión. Puedo verte mientras lees estas mismas líneas. Veo tu sonrisa y siento tu respiración de corazón acelerado. Así mismo, de desbocado, corre el mío tan seguro de reencontrarse con el tuyo. De vísceras a vísceras. Estoy poseído de un irrefrenable deseo de volar otra vez, porque estoy seguro que lo puedo hacer. Ya lo hice. Hoy, muy temprano, cuando desperté, una nueva sensación de bestia voladora se apoderó de mi existencia. Mis brazos se transformaron en poderosas alas, grandes alas e inicié un frenético y sincronizado movimientos de las mismas, de manera semejante a la que tantas veces observamos en los enormes pájaros cautivos de los zoológicos que juntos visitamos. Despegué de la tierra y experimenté por primera vez el viento fuerte castigando sin piedad mi cabeza de animal volador. Mis ojos se cargaron de una energía distinta, a pesar de las poderosas corrientes de aire, me permitían abarcar todo el horizonte y a la vez detectar todo el fragor urbano que se desarrollaba en la tierra. Edificios, casas, vehículos, seres humanos y animales, todos tan diminutos como juguetes dotados de vida. El vigoroso esfuerzo de arranque, me dejó exhausto. Mi agotamiento fue sustituido por una serenidad de navegación, propia de las bestias voladoras que van al encuentro de su pareja. Detrás quedaron ciudades y pueblos. Tierras muy fértiles y otras muy áridas. De un nuevo poder me recargué, cuando sentí el mar. En el mar inmenso, como en un espejo, con mis poderosos ojos de bestia voladora, me vi flotando como un Dios desconocido y me aterró mi propia imagen inédita y regresé. No te encontré, pero ya sé que, aunque fallido, fue un vuelo precursor de nuestra re-unión. Un temblor exquisito recorre mi vida. Hoy no voy a obedecer a las ganas que tengo de agregar algún comentario de política. Toda nuestra juventud se diluyó en esas ermitas ideológicas y no salimos ilesos. Nuestras heridas, todavía sangran. Ahora solo quiero concentrarme en esa porción mía que empieza a explorar otro ámbito, otra dimensión. Una atmósfera fresca. Ahora puedo volar, y tú, también, puedes hacerlo. Sabemos volar y nos reencontraremos en el aire. Te amo…
La primera idea que se encendió en mi cabeza fue una frase de Maurois, “siempre ocurre lo inesperado”. Estaba absorto releyendo los mensajes de Marion pero mi cerebro no cesaba en su ebullición. La presencia sorprendente de Marion Mizthar, incandescente como la pantalla, en mis mensajes, convirtiose en una verdadera conflagración interior.
Una poderosa lanza que rasgó mi corazón develando la fragilidad de mi equilibrio emocional. Si al primer vuelo de su nombre frente a mis ojos, pensé, “inesperado”, se debió, de eso me convencí más tarde, a un reflejo automático del miedo a ignorar la fuerza de la nostalgia. He releído sus mensajes durante horas y mi asombro y estupor no le dan sosiego a mi vigilia. El temor a dormir es que al despertar otra vez, esto no haya sido más que un sueño, de esos que prestan esperanzas a la vida. Sigue siendo tan dulce y generosa, y como siempre, me desbrozó el camino para que mis pasos fueran expeditos hacia ella. El tiempo transcurrido sin vernos es diez veces mayor que el tiempo aquel que pobló nuestras vidas de intensos encuentros tantálicos.
En mis precarios momentos emocionales por conciliar con una realidad largamente deseada, estoy aferrado a una mano de Borges: El porvenir es tan irrevocable
Como el rígido ayer…¨
Fui a Haarlem y me postré en llanto, como un auténtico loco, a la puerta de la pequeña casa de la callecita Pyrmontstraat. Deliciosa miel y ungüento me consagró ella y, aquí mismo, aplacó las tormentas que mi abrupta expulsión de la adolescencia me produjeron.
Memorable y eterno. Ella y yo, desnudos, en medio de aquella hermosa sala de esta pequeña casa, descubrimos nuevas formas de regalarnos, mutuamente, todos los goces del planeta, conectados a una infinita gimnasia cósmica del alma y de la carne. Estábamos locos y desesperados, y lo ensayábamos todo.
Es inevitable el recuerdo de mi desesperación suicida, cuando aquellas desgraciadas circunstancias, intentábamos reingresar a España, con crueldad, nos separaron. Fui privado, por la satrapía, de la voluntad para elegir mi destino: en aquel momento yo había optado morir antes que verme separado de esta mujer...y escuché a Borges:
No te arredres. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro
Puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.
---------------------------------------------
¿Quién detenta el poder definitivo, capaz de reconocer la fina línea que separa a la vida de la muerte? ¿Lo ordinario de lo extraordinario? ¿Lo carnal de lo espiritual? ¿Lo cerebral de lo supracerebral?
El día 11 de noviembre del 2003 se produjo un eclipse lunar observado por millones de seres que ignoraron de que se trató y cómo se produjo aquel oscurecimiento. Especial intensidad y brillo exhibió el cielo frente a las islas de Hawai y las costas de la península de Paraguaná. Los grandes centros mundiales de investigación metereológicas silenciaron todo lo relacionado con el fenómeno por razones aún no explicadas y no creemos que lo sucedido esa misma noche en el fastuoso Norwegian Star tenga alguna relación con aquel hermoso fenómeno cósmico… ¿o sí?
Esa noche el cadáver de Joaquín López parecía un enorme pájaro abatido. Fue descubierto por los marineros del lujoso trasatlántico con la parte del torso superior apoyado sobre las piernas muertas de Marion Mitzar, sentada en su silla de ruedas, con los ojos todavía abiertos, fijos en el cielo. Ella había ordenado ser llevada hasta la cubierta VIP del barco, exigiendo no ser molestada. Su mano derecha sostenía un extremo del rosario que colgaba del cuello de Joaquín. Un divino aroma de rosas impregnaba todo el barco.
José Lagardera
Santa Ana de Coro,
Venezuela
|