No recuerdo la vida sin vos Julio. La ilusión con que aprendí a jugar baseball solo para impresionarte. Corría con todas mis fuerzas hasta llegar a la base y anotar esa carrera, ganar una y otra vez el juego. Y te buscaba entonces emocionada con la mirada, para saber si me estabas viendo, y vos julio... ahí estabas, siempre viéndome. Te sentías orgulloso de mi, aunque muchas veces no lo demostrabas, pero no hacia falta, yo lo sabia.
Me gustaba verte cuando hablabas de mi, aunque tus palabras no lo dijeran yo leía en tus risa el cariño que dibujabas en tus historias de mis historias.
Y aunque no todo fue siempre color de rosa, pues en mil ocasiones discutimos, ya sea por diferentes maneras de pensar, o simplemente porque nuestros temperamentos chocaban, talvez porque éramos tan parecidos... pero a pesar de nuestras peleas y choques creo que ambos aprendimos a conocernos mas, y aunque muchas veces no estuve de acuerdo en tus decisiones, llegue a comprender que tu intención era noble.
Los años a tu lado me han enseñado tanto Julio, el conocerte al fin es el resultado de años junto a vos, de años en los que ambos fuimos creciendo... madurando... , años llenos de momentos lindos y momentos duros, de alegrías, de tristezas, de recuerdos...
Aun recuerdo tu rostro joven, tu pelo negro sin canas y tus ojos verdes. Un hombre de carácter fuerte, serio pero dulce, terco pero tierno.
Julio, vos me has enseñado el valor verdadero de las cosas, la entrega total y el amar sin fronteras... vos me enseñaste la fidelidad, la sencillez que el alma puede ser capaz de tener, la humildad que no te hace menos, sino mas... me has dado mas que la vida, gracias por eso y mas... te amo papá.
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