Voy por un sendero, sin apuro
al poeta y los caminos recordando
y al ver tanta belleza natural
me detengo pasmado, admirando.
Un pequeño bosque, una cascada,
orquídeas silvestres, un remanso,
y el cantar de las aves con su trino,
parecieran saludarme cuando paso.
El sendero es sinuoso y empinado
se asemeja al camino de la vida,
pero, al ver cosas tan hermosas
serìa llevadera, se me antoja.
Por supuesto que, hay piedras,
troncos, subidas, precipicios
y hasta una enmarañada hiedra
hube de sortear en mi camino.
No obstante, sigo y sigo,
estoy subiendo, el aire ya es escaso
el paisaje cambia, no me importa,
lo que quiero, es llegar a mi destino.
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