Pequeñas, pequeñas son tus apreciadas amigas
Dulces mentiras
Tan adorables se convierten para tus ojos
Así como tan desagradables y dolorosas para mi inocente corazón
Ocultadas y listas duermen silenciosas en tu boca
Esperando q abran tus labios y las mandes a los cuatro vientos
Y vuelan ruidosamente desesperantes
Se atan desesperadas ya mis oídos
Todos sigue normalmente tranquilo
Más sin embargo
Suele ser duro el agobiante placer que me causa
Cuando llega aquel minuto preciso
Para que mis ojos segados por aquellas compañeras
Se den cuenta de la persona q desgraciadamente llegas a ser.
Mientes eternamente que tu ligera inocencia
Se convierte en dolor masturbado por el placer de una suave mentira
Mas sin embargo...
Tan fuerte al igual q que inocente
Mi amor que ciega mis ojos
Y detiene mi mente
Y la insita a ignorar las causas de tus despiadadas mentiras
Y a veces me encuentro confundida
Y atrapada en un inmenso mar oscuro
Tratando de perdonarte alguna ves.