El Partido Decisivo
Una camanchaca espesa y rasaste envolvía al Cerro Monjas. Eran la siete de la mañana y la neblina hacia muy difícil divisar el contiguo Cerro Mariposas, justo al costadito… pero tan distante que habría que tomar dos ascensores para ir a jugar el partido de fútbol mas importante de la temporada chica en Valparaíso.
Yo recién llegado al Valle del Paraíso de visita a la casa de un primo lejano, había sido invitado a espectar el partido, me reuní con los muchachos del Club Social Deportivo Las Monjas, en la calle Bianchi, esto es en la parte alta del Funicular Monjas, el que abordamos y descendió entre el rechinar de su estructura de madera, para finalmente llegar a la Av. Baquedano, desde donde caminamos entre risas y comentarios sobre la importancia del partido, el campeonato había sido pactado a 10 partidos y hasta el momento el equipo rival tenia ganados cuatro, se iba a jugar el numero cinco, al llegar la calle Gaspar Marín, algunos abordamos el ascensor Mariposas hasta el paseo Barbosa y los otros subieron a pie usando los pasajes y escaleras de uso público.
Desde esta altura divisábamos la Torre de Don Pancho, en el cerro Barón envuelta en la bruma, tal como la habrían divisado los antiguos navegantes que nombraron así a la Iglesia de San Francisco. Nos dirigimos al auditorio Osmán Pérez Freire, donde en la cancha situada atrás del edificio nos esperaban Ricardito presidente del Club Social Deportivo Mariposas y los otros diez jugadores, todos de edades fluctuantes entre diez a trece años, Dante el guardameta era el único que contaba con equipo aparente a su función, con rodilleras hechas en casa y un par de guantes de cocina, calzaba zapatillas, los otros jugadores de ambos equipos se vestían con sus ropas normales y Segundo del equipo Las Monjas se quito sus zapatos nuevos para no arruinarlos en la cancha de tierra y jugo a pata calata.
El sargento de Carabineros Esteban Carvajal, tío de Ricardito; que oficiaba como referí dio el pitazo inicial, empezo la pichanga y la pelota número cinco de cuero con gajos hexagonales y la inscripción "FIFA APPROVED" se puso en movimiento, los veintidós jugadores empezaron a driblear con la pelota, atajar y sacar desde el lateral... Por treinta minutos, duración pactada para cada tiempo del partido, el marcador cero por bando, acá no pasaba nada.
En el segundo tiempo las cosas no mejoraban, hasta que en el minuto veintiocho, Ricardito goleador extraordinario del campeonato y futuro delantero del Wanderito con la camiseta verde o del Colocolo, paró la pelota con el pie izquierdo y gambeteando a todos los jugadores que parecían atónitos y no atinaban ha hacer nada para impedirlo; cruzo la línea central de la cancha, llevando la pelota totalmente dominada entro en el área de penal y de un cañonazo emboco la numero cinco en el arco rival sin que el guardameta pudiera o intentara nada para impedírselo.
-Gol… Goooool… Exclamaron los seguidores del Club Social Deportivo Mariposas.
Yo me voltee donde mi primo, el presidente del Club Social Deportivo Las Monjas y le comente.
-Me pareció un Gol muy fácil, pudo ser evitado.
-Entonces se hubiera acabado el campeonato, Ricardo… es el dueño de la pelota.
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