José intentó ser normal durante toda la noche. Clara lo veía de lejos y José intentó no sentir que lo estaba juzgando. Ninguna conversación interesante en la cual introducirse, ningún rincón al cual escabullirse, simplemente permanecer ahí, enfocado por los ojos de Clara.

Clara no estaba aburrida, pero le aburrían las conversaciones. Con los años se había perfeccionado en el arte de pasar desapercibida, de no suscitar interés. Pero lo que le interesaba en ese momento era saber si el chico al otro extremo de la mesa se estaba fijando en ella o no. No porque quería llamar la atención, sino porque quería no llamarla.

No era exactamente una fiesta, era una reunión, quiénes estaban reunidos nos será para siempre un misterio, como en todos los casos, podemos decir sencillamente que era un grupo de gente, no muy numeroso en este caso.

¿Qué hacen dos antisociales en una reunión?: Observar a la gente, no hay nada que a dos antisociales les guste más. Luego se juntan y hablan sobre la gente o no, cada uno de los dos posee una manera diferente de entenderlas y de esta diferencia nace el mutuo interés.

Va terminando la fiesta y ellos siguen allí hasta el final y tienen ganas sinceras de pasar el resto de la noche juntos. Uno se lo dice al otro y el otro gustoso acepta, nadie sabe cómo acabará, sencillamente son normales como todo el resto de la humanidad. Si tienen sexo o no esa noche no importa, lo cierto es que durará por mucho tiempo, se entabla una relación mutua de mutuo interés, se entabla una amistad, la fuerza mutua y el amor. Son normales.