La Piscina
Una habitacion oscura y afuera un sol implacable.Calor.Fuiste a la ventana y la viste.Allí estaba,acostada,con el sol en el torso,los brazos cruzados sobre su cara,sobre el toallón,sobre los ladrillos rojos,en el borde de la piscina.Su bellísimo cuello-porqué será que lo mas atractivo de las mujeres son sus cuellos?-te preguntaste.Tantas veces lo tomaste entre tus manos,su cuello,su cuerpo color miel que te atrapaba,del cual era imposible escapar.Dormía profundamente,con su malla azul,que tantas veces se confundía con el agua.Era temprano para levantarse.Volviste a la cama desierta y te sumergiste de vuelta en tus vanos suenos.Los de aquellos días,en que ella te besaba ,en que ella ocupaba todo.Vivían en lugares separados.Jamás fuiste a su casa.Nunca se pidieron excusas,no hacian falta explicaciones.Se veian dos o tres veces por semana,en la quinta. era una fiesta íntima,a veces compartida con amigos y con una buena cena y un buen vino,al lado de la piscina.Verla nadar te confundia.era una sirena,que se desplazaba,una y otra vez,sobre ese tapiz mojado,y,cada tanto,te miraba y te sonreia,con un velo celeste que poco a poco se desvanecia,dejando ver su rostro enamorado.Pero,como todo lo bueno tiene fin,una nube pasajera,de esas que no tienen rumbo fijo,se clavó en el cielo,oscureciendo tu quinta y tu corazon.Un agujero negro,una confluencia de malas suertes,quizás algunas brujerias astrales,o palabras fuera de contexto,o mails comprometedores.Una separacion.Y,sin saberlo,sin presentirlo,lloraste por primera vez.
Una luz perfumada penetro en el dormitorio.Sería ella?Te levantaste y fuiste a la ventana.Mirta seguía allí,así que te pusiste la malla que ella te regaló y saliste.El sol no te dejaba ver nada,solo los bordes de la piscina.Mirta,dormida,bajo ese sol abrumador.La tocaste con el pie desnudo y ella se echó de costado,siempre hace eso,cayendo de espaldas en el agua otra vez,para asustarte.Una habitacion oscura y afuera un sol implacable.Ella te mira,que bien que contiene la respiración,otra vez haciendose la tonta,todo esta bien otra vez,incluso ese hilo rojo que la sostiene y que se desenrolla suavemente hasta el fondo azulejado.
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