Me pasa que pasas riendo y sonrrio
me pasa que pasas corriendo y te persigo
me pasa que hablas con inocente certeza y cayo,
porque tus palabras son más poderosas que mis argumentos.
Me pasa que se me aprieta la garganta cuando me abrazas y el corazon se me dilata contra tu pecho.
Me pasa que humedeces mis ojos cuando advierto tus logros.
Me pasa que eres simplemente mi puro amor.
A mi hija Javiera.
Texto agregado el 03-08-2005, y leído por 176
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