No habrá más campo de Batalla
Tinieblas en la parada occidente,
flechas doradas batiendo el cielo raso;
nubarrones traspasando la barrera entresuelo y horizonte.
Nada más que decir,
nada más que hacer.
Victorias ganadas
derrotas perdidas.
Escudo de plata conservo siempre a mi lado
construído con piel de joven mujer.
El sostén que me irradia la magia de su ser.
Campos llenos de sangre dejo a mis espaldas,
derrotados pidiendo asilo;
plantadas las ilusiones.
Todo gira en torno al terror,
pero sigo caminando con mi escudo de plata.
Confuso el Sol de tanto resplandor,
Atenea se mira al espejo rompiendo a llorar,
Zeus reclamando con rayos de ira sin dar a su objetivo.
Escena jamás vista,
no habrá más ya en la historia.
Derretidos los desiertos de hielo,
ningún muro alemán que derribar.
Políticas aplastadas.
No habrá más lluvia ni tornado que alimentar .
Destrucción es el canto del pasado.
Junto con las aves volaremos hacía el infinito,
mujer Mesías ,
ya no tendré contiendas que derribar,
no habrá escudos que interrumpan mi paso.
Tus pechos yacerán en el campo de mi victoria
y tu vientre dejará huellas por todo éste,
mi nuevo mundo,
ese que me dejaste detrás del Sol y ante la Luna.
Contemplaremos a los guerreros sin razón
que se mutilan entre ellos.
Nosotros comeremos amor,
tragaremos alegría
y no habrá sombras que opaquen nuestros árboles de pasión.
Unicornios volarán para cuidarnos de ataques humanos.
Mujer serena,
mujer tú toda,
Caminaremos hacía la gloria que queda muy cerca.
Si la lluvia moja nuestras espaldas,
no os preocupeís,
es el costo que tendremos que pagar
por sentir el terremoto sexual que batirá nuestros pies;
por implantar nuestra propiedad privada.
Os amo
y más vale que no digaís nada,
que hacía donde vamos no hay necesidad de hablar,
Dejemos las cosas de los humanos a los humanos,
que nuestro amor es cosa inmortal.
Despeja un poco la mente,
con este Sol que nos irradia.
No pienses en muerte, que ya no existe;
sin querer la pisaste con tu presencia.
Vive la eternidad que te cubre,
y llora conmigo
que ya somos inmortales.
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