Te voy a remendar como se le quitan los últimos cabellos a las muñeca, hoy escogerás el hilo rojo serás un vestido un cachivaches parchado miles de veces con otra piel con otra carne, te voy a remendar por enésima vez, engramparé tu cara que ha permanecido tirada, levantaré tu enojo, tu sombra tus sonrojos, haré hilván con el hilo rojo por tu piel descocida agujereada, cubriré agujeros por donde se veía una soledad indecisa, por donde los gusanos reían su belleza. Cada noches miraré el sueño de princesa que te acosaba cada noche contemplaré levemente mis intenciones, como van tomando forma, como va espesando el chocolate, cada noche estiraré a mi fantasma para que te cubra completo, tejeré punto a punto la columna vertebral, los huesos de brazos a piernas. Cada noche daré un puntada para remendarte, inventaré de tu baba como nombrarme y lo escribiré para ver si me respondes…te volveré a llamar tres veces como cuando naciste hilaré mi sangre….no te diré te amo, no esperé demasiado, limpiaré dos veces el parabrisas y adoraré cada detalle que olvidaste.