Tengo muchos miedos encerrados en el alma que no me dejan en paz... Lo difícil es aprender a liberarlos.
Cerrar capítulos... cortar historias... poner la palabra "FIN" a cada cuento... Dejarte ir... dejarme ir...
Me tomó mucho tiempo cortar cada lazo que me unía con el amor que sentí por vos. Porque te amé como a nadie, y eso duele. Y seguía insistiendo en recuperar algo que ya no existía, solamente porque recordaba que alguna vez con vos había sido feliz.
Ya no eras vos, ni tu aroma, ni tus besos, ni tus manos, era esa puta sensación de que alguna vez, allá lejos y hace tiempo, me habías hecho la reina de tu mundo y nos amábamos, esa puta sensación de felicidad, de seguridad, que nunca había querido perder.
Mi vida siguió tras tu partida. Empecé una vida nueva, un cuento nuevo y empecé a superar muchos de mis miedos, pero seguías intoxicando lo que los demás me daban de felicidad con recuerdos de un pasado bastante oscuro, porque yo seguía buscando en la basura esos pequeños momentitos de amor que habíamos compartido.
Tenía miedo a no volver a sentir un "te quiero", tenía miedo de no volver a enamorarme, tenía miedo de perder definitivamente lo único que me llenaba.
Pero ya es tarde... Lo que quedaba se pudrió en centenares de reproches y noches de llanto. Ya no hay tiempo para más nada. Yo quiero vivir mi vida y es imposible con fantasmas torturándome el alma.
Debería aprender a dar todo lo que te di a las personas que realmente lo merecen. Yo sé que alguien allá fuera me está esperando, no lo voy a defraudar, porque aunque a veces tenga miedo, yo sé que puedo amarlo.
Vos sabés quién sos. Y ahora no pienses nada... Dejá que el tiempo pase. Todo va llegando... |