La primera vez que vi un piano nunca lo olvidaré, tenía una hermosa forma, antiguo por la madera rasgada y por la cantidad de polvo.
Cuando quise tocarlo lo único que conseguí fue hacer sonar notas muy desafinadas, ya que no sabía tocar y el piano estaba desafinado. No me da vergüenza admitir que no sé cuales son las notas de un piano, pero algo de lo que estoy segura es que quiero aprender a tocar aquellas bellas notas musicales que muchas veces he oído en mi vida, pero a veces las circunstancias nos impiden hacer lo que nos gusta.

Hoy en día aún miró aquel piano de la sala de música, pero no me atrevo a tocar aquellas teclas blancas y negras, ya ha pasado una vez, me han molestado por creerme pianista, no me importa mucho que me molesten, pero no siempre me gusta, espero algún día poder aprender a tocar las teclas, tanto las negras como las blancas para no sacar notas desafinadas, sino para hacer sonar notas bellas y llenas de armonía.