Corazón azul.
Aquí me tienes,
simple, decidida, audaz.
Enamorada, feliz, tenaz.
Corazón azul,
soy toda tuya.
Elige qué es lo que harás.
Puedes quedarte a mi lado
o puedes, si quieres, marchar.
Pero, antes de decidirlo,
corazón azul,
debo confesar:
que sin ti nada tiene sentido,
que sin ti ha llegado el final.
Que prefiero morir a perderte,
lo prefiero a no verte más.
Y si acaso eliges quedarte,
corazón azul,
no te arrepentirás.
Ya verás cuánto puedo quererte,
y, a la larga, entenderás,
el porqué de tanta locura,
la razón de este dolor,
el motivo de las lágrimas
que emanan dulcemente
cuando cierro los ojos...
y me acuerdo de vos.
11 de julio de 1999 |