Sigues esperando a que alguien llegue a salvarte, que algo te despierte. Que te hagan sentir mortalmente viva. Han tardado tanto... En la intimidad de tu corazón vislumbras la razón: Tu principe no existe (y tu no eres la bella durmiente!) Tal vez harás como que no lo sabes, te engañarás y decidirás esperar otros 5 minutitos.
Texto agregado el 01-08-2005, y leído por 273 visitantes. (7 votos)