Te espero callada en medio de un cataclismo, hundiendo mis espadas con ojos de luna llena. Te espero misteriosa en la vaguada oculta, arañando mis manos perdidas en la tierra. Se deshacen los pies en todo el territorio. Y se queman entre sueños. Un beso se aligera sobre nubes perfumadas. Mi cuerpo desnudo te reclama inmenso. Noche ciega y lenta. Noche de relámpagos. Te espero con el viento azotando mi espalda. Te espero con la miel robada, y estos labios de fuego.
Texto agregado el 01-08-2005, y leído por 134 visitantes. (1 voto)