Rachi sabe bailar "Frontier" de Dead Can Dance; lo hace muy bien, pero es un hombre. No es un baile para hombres. Aún sabiéndolo (yo sé que lo sabe),Rachi no se desanima. Es ágil, flexible, fuerte. Se estira, levanta las piernas, suda como un cerdo, se le cierra la respiración. Resulta conmovedor hasta la fascinación verlo bailar "Frontier" y se lo hacemos saber. Luego, cuando se va, nos damos cuenta de lo ridículo que resultó el espectáculo. Cuchicheamos cruelmente, nos reímos de su cabezota, de sus piernas gordas, de sus orejas tan pequeñas, de su entrega casi religiosa por ese baile, por esa canción en especial.
Rachi no vive en la realidad. Su mente no lo soportaría. Por eso le ayudamos; por eso nos dejamos fascinar por el mundo de "Frontier" y por el baile de Rachi. Luego deja de bailar y se va. Por unos momentos nos quedamos muy solos; sin la música, sin el baile. Pero sabemos como regresar al mundo. Rachi no.
Una vez logramos llevarlo al cine. Creo que estaba nervioso. Abrazaba su inseparable tocacaset como si fuese un salvavidas. Sonreía estúpidamente a cada cosa que decíamos. Caminaba encorvado y lento. Nos transmitía su pesadez y su apatía, y por eso los demás, en esa ocasión, hablábamos mucho de cualquier cosa y nos reíamos forzadamente. Rachi es como una enfermedad. Pensé que nunca llegaríamos al cine...
Pero llegamos, y por él nos sentamos en la última fila. Nadie quiso sentarse junto a él. Después de discutir el asunto se concluyó que Cinthia debía sentarse a su lado, pues era la más humanista y creía en la igualdad de los individuos. "Las personas no son mercancías" solía decir.
Aceptó siempre y cuando le pagásemos la entrada.
Era una película muy aburrida, llamada "La Coleccionista". A nadie le gustó, creo, por que no se hicieron los comentarios de costumbre. Rachi se fue rápidamente, casi sin despedirse. Los demás nos quedamos muy solos.
Después de ese día no lo hemos vuelto a ver. Lo último que supe de Rachi es que ahora también baila "Mesmerism"