Inicio / Cuenteros Locales / holy / UNA HORA...
La medianoche. Por seductora que intente parecer, su mera presencia me socava y me hace recordar cuan solo se puede estar. El ruido del viento y la sirena impaciente son la música de fondo para aquellos instantes en que la eterna espera del nuevo día no alcanza a corroer la angustia que su indecisión provoca. Tampoco alcanza la nostalgia al sentir su ausencia.
Ya no hay más noche. Sólo ciudad ...
Me levante apurado. Cuesta levantarse cuando se duerme menos de tres horas. Alcancé a tomar un café mientras leía el periódico. Como siempre a esa hora la Costanera aún no se congestionaba. Ella llegó una hora después, radiante. Nos saludamos con indiferencia. No le insistí. Preferí mirar hacia abajo y trabajar...
JANO |
Texto agregado el 31-07-2005, y leído por 214
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