Puede engañarse uno y entregarse a un juego, a una mascarada pero no son más que rodeos, cada uno que camina solo, lo hace a causa de su propia singularidad; el aislamiento entonces adquiere significado con respecto a la multitud. Aquel que busca el silencio, se pone aparte, no por elección, sino por necesidad. Cuenta que a veces se tienden a imitar gestos de otros, experimentando raros instantes de nostalgia, del calor y la compañía que proporciona el grupo.
Al principio era una carga, pero acababa convirtiéndose en una alegría extraña y plena. Cierto es que él que no tiene la intención de bastarse a sí mismo, tanto menos cuanto tiene momentos de flaqueza y busca la aprobación, un aliento, un gesto en los ojos de los que le miran, se sitúa al margen de la totalidad, privado en exceso de la sociedad de consumo en la que el tener prevalece sobre el ser. El itinerario recorrido por el viajero en busca del silencio es una vuelta a un universo ilimitado, infinito. No hay limites, ni fronteras geográficas, sociales o de espíritu para este viajero que no puede contentarse con lo finito.
Este hombre, es como los demás, de carne y hueso, con sus dudas, sus problemas, sus deseos y esperanzas, sus instantes de serenidad. Lo único que le distingue es ese camino que ha comenzado En ese ámbito, comenzar a caminar, incluso si el avance es lento y se hace paso a paso, necesita proseguir continuamente hacia delante.
El viajero del silencio no volvía hacia atrás, no dejaba huella, seguía el camino sin volverse. No era como en los cuentos de Grimm, los niños perdidos, al igual que las leyendas. Estos niños arrojan piedrecillas blancas o migajas de pan para poder encontrar el camino de vuelta sin dificultad. El viajero olvidaba la distancia atravesada, no evaluaba los kilómetros recorridos. Estaba vacío de su pasado, vacío de deseo. Su memoria no le retenía, no le molestaba. Deseaba encuentros, acontecimientos, suscitando sensaciones, ignorando si le convienen o no.
El viajero que busca el silencio permanece constantemente disponible, pero ignora a donde va y cual es su devenir.
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